
En Cataluña se mantiene un alto nivel de gasto en el mantenimiento de los directivos de organizaciones públicas. Según los últimos datos, cada año se destinan 18,8 millones de euros al pago de salarios de altos ejecutivos de diversas entidades vinculadas al gobierno autonómico.
La red de empresas públicas, consorcios y fundaciones controladas por la Generalitat ha sido objeto de críticas tanto por parte de la oposición como de la sociedad. A pesar de los cambios políticos en el poder, la estructura y el volumen de estas organizaciones prácticamente no varían. El nuevo presidente del gobierno catalán, Salvador Illa, que anteriormente abogó por reducir los gastos administrativos, aún no ha puesto en práctica estos planes.
Según el presupuesto elaborado en 2024, en Cataluña existen 207 entidades públicas cuyo mantenimiento anual asciende a casi 4.820 millones de euros. En esta lista figuran tanto consorcios sanitarios como fundaciones dedicadas a la preservación de la memoria histórica o a la promoción de la cultura catalana. Además del elevado gasto total, estas estructuras a menudo se consideran un instrumento para situar a personas afines en cargos de alto nivel.
En respuesta a una consulta en el Parlamento, el gobierno de Cataluña confirmó que sólo en salarios para 200 directivos de 125 entidades se destinan anualmente 18,8 millones de euros. Entre los cargos mejor remunerados destaca el director del Instituto Catalán de Finanzas, quien recibe más de 151.000 euros al año. Los directivos de la Agencia de Patrimonio Cultural, el Memorial de Valores Democráticos, el Centro de Telecomunicaciones y otras estructuras clave también perciben sueldos de seis cifras.
Por ejemplo, dirigir la Agencia de Juventud de Cataluña implica un salario cercano a los 98.000 euros, mientras que el director del consorcio de servicios universitarios recibe alrededor de 110.000 euros. También se encuentran entre los altos sueldos públicos del territorio los responsables del instituto energético, loterías, servicios portuarios y meteorológicos.
En 2023, los socialistas prometieron reducir en un 10% el número de entidades de este tipo a cambio del apoyo de los republicanos al presupuesto, pero esta promesa no se cumplió. Además, durante el último año, el número de organismos aumentó y los gastos de mantenimiento crecieron en casi medio millardo de euros.
La oposición en el Parlamento catalán señala que el actual gobierno sigue la política de administraciones anteriores, manteniendo una amplia red de entidades públicas y altos salarios para sus directivos. Según los críticos, esto no contribuye a mejorar la calidad de los servicios públicos y sólo incrementa la burocracia y los costes para los ciudadanos de la región.
La cuestión sobre la necesidad de reformar el sistema de organismos estatales y optimizar los gastos sigue siendo uno de los temas más candentes en la agenda política de Cataluña. Sin embargo, la estructura y el financiamiento de estas instituciones continúan creciendo, a pesar de las declaraciones previas sobre la necesidad de cambios.





