
En la necrópolis de Medellín, en la provincia de Badajoz, los arqueólogos han retomado las excavaciones tras casi medio siglo de pausa. Ya en las primeras semanas de trabajo se han encontrado fragmentos de cerámica griega de barniz negro, datados a finales del siglo V a.C. Este hallazgo no solo confirma la existencia de redes comerciales entre los antiguos habitantes de la región y las civilizaciones mediterráneas, sino que también subraya la relevancia de la necrópolis para el estudio de la historia de la península ibérica.
En expediciones anteriores ya se habían hallado objetos similares, aunque en aquel entonces se encontraron sin una clara referencia a los estratos. En esta ocasión, los artefactos han sido recuperados por primera vez a partir de un contexto arqueológico bien documentado. Esto permite a los especialistas analizar con mayor precisión su origen y compararlos con otros yacimientos antiguos.
El proyecto renovado está previsto para varios años, con trabajos que continuarán hasta 2028. Se planea no solo ampliar la zona de excavación, sino también realizar estudios geofísicos, restaurar los objetos hallados y organizar una exposición especial dedicada a los resultados de la expedición. Se presta especial atención a la actualización y digitalización de los datos antiguos para hacerlos accesibles a investigadores y al público general.
Una parte importante del programa será la participación de los habitantes locales y visitantes de la región: se prevén jornadas de puertas abiertas en las que se podrá observar en directo el trabajo de los arqueólogos. El equipo de investigación está dirigido por el experimentado arqueólogo Martín Almagro, quien participó en las excavaciones ya en la década de 1980. Su experiencia se considera clave para la comprensión de los nuevos hallazgos.
El proyecto cuenta con el apoyo de las autoridades regionales y del Ayuntamiento de Medellín, que colabora en la organización y la infraestructura. Las autoridades subrayan que no se trata de una iniciativa puntual, sino de una estrategia a largo plazo para preservar y dar a conocer el patrimonio cultural de Extremadura. Se espera que los nuevos descubrimientos no solo amplíen el conocimiento sobre los pueblos antiguos, sino que también impulsen el turismo y la economía en la región de Vegas Altas del Guadiana.
Paralelamente, en el yacimiento vecino de Turuñuelo de Guareña, se está llevando a cabo un ambicioso proyecto de protección de las estructuras arqueológicas: allí se está construyendo una cúpula única que cubrirá completamente el túmulo sin apoyos internos. Esta solución de ingeniería busca garantizar la conservación del sitio para las futuras generaciones.
La necrópolis de Medellín, declarada Bien de Interés Cultural en 2014, fue investigada por primera vez en la década de 1960. A lo largo de los años ha proporcionado a los científicos abundante información sobre la vida y los rituales de los antiguos habitantes del valle del Guadiana. Los nuevos hallazgos, incluida cerámica griega, confirman una vez más el papel fundamental de este lugar para comprender los contactos entre los pueblos de Iberia y el Mediterráneo oriental.





