
En 2025, se espera la implementación de un nuevo sistema de control en las carreteras españolas: los llamados “radares negros”, que ya funcionan con éxito en Francia. Estos dispositivos están diseñados para detectar automáticamente infracciones en los carriles VAO, reservados para vehículos con varios ocupantes, transporte público y vehículos ecológicos.
Los carriles VAO (Vehículos de Alta Ocupación) sólo pueden ser utilizados por determinadas categorías de transporte. Entre ellas se encuentran los coches con dos o más personas a bordo, autobuses, vehículos con distintivo ambiental y vehículos especiales. Es importante recordar que, si en los paneles electrónicos no aparece la autorización, acceder a estos carriles puede suponer una multa.
La principal novedad de estos radares es el uso de inteligencia artificial. Gracias a algoritmos avanzados, las cámaras pueden determinar con gran precisión el número de personas en el interior del vehículo. El nivel de acierto alcanza el 95%, lo que prácticamente imposibilita esquivar la sanción por infringir las normas de circulación en los carriles reservados.
En Francia, estos sistemas ya están operativos en grandes ciudades como Lyon, Rennes y Estrasburgo, así como en autopistas que conectan París con otras regiones. El objetivo principal es aumentar la capacidad de las vías y reducir los atascos, identificando a quienes usan ilegalmente los carriles destinados a vehículos con alta ocupación.
En España, circular incorrectamente por el carril VAO conlleva una multa de 200 euros. Sin embargo, esta infracción no implica la pérdida de puntos del permiso de conducir. A modo de comparación, en Francia la sanción por la misma falta es menor: 135 euros. Para evitar problemas, se recomienda comprobar de antemano que viajan el número necesario de ocupantes y que los niños están sentados en sillas homologadas, bien visibles para las cámaras.
Los expertos aconsejan que, ante la duda, es mejor optar por un carril convencional. Así se evitan problemas con la policía de tráfico y se ahorra tiempo. En los próximos meses, se espera que este tipo de tecnologías se extiendan a más regiones del país, lo que hará que el control sobre el cumplimiento de las normas sea aún más estricto.
La implantación de los llamados ‘radares negros’ con inteligencia artificial forma parte de la gran digitalización de la infraestructura vial en España. Estas nuevas cámaras no solo detectan infracciones, sino que también contribuyen a optimizar el flujo del tráfico, haciendo más seguro y eficiente el desplazamiento por ciudades y autopistas.






