
En España continúan los incendios forestales, que desde hace varios días afectan extensas zonas de Galicia, Castilla y León y Extremadura. A pesar de la complicada situación, el pasado domingo se logró reducir la tensión política: representantes del gobierno central y de las administraciones autonómicas unieron esfuerzos para combatir el fuego.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visitó personalmente las zonas más afectadas, donde los incendios destruyeron viviendas, granjas, empresas y áreas naturales únicas. Para apoyar a los servicios locales, ordenó el despliegue de 500 efectivos del Ejército de Tierra, además de proporcionar todos los recursos necesarios para afrontar las consecuencias del desastre. Se ha prestado especial atención a la provincia de Ourense, donde a petición del presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, se destinarán 200 militares para levantar cortafuegos y realizar otras labores urgentes.
Sánchez y Rueda visitaron juntos el centro de coordinación contra incendios en Ourense, subrayando la importancia de la cooperación entre todos los niveles de la administración. Ambos dirigentes manifestaron la necesidad de una estrecha colaboración y una coordinación ágil sobre el terreno para contener al máximo la propagación del fuego.
Las autoridades prometieron acelerar la entrega de ayuda a los residentes afectados por los incendios tan pronto como la situación se estabilice. Además, el primer ministro anunció la intención de iniciar un nuevo pacto nacional sobre el clima, para que el país pueda responder mejor a emergencias similares en el futuro. Se espera que la discusión de los detalles de este acuerdo comience en septiembre.
El presidente de Galicia también señaló que el cambio climático exige adoptar medidas adicionales para minimizar los riesgos y las consecuencias de los desastres naturales. Según sus palabras, solo el trabajo coordinado de todas las estructuras permitirá proteger de manera eficaz a la población y la economía de la región.
Actualmente, en Galicia siguen activos cerca de una decena de grandes focos de incendio, todos ellos concentrados en la provincia de Ourense. El fuego amenaza viviendas y, en algunas localidades, se ha decretado aislamiento debido al deterioro de la calidad del aire. Sin embargo, los meteorólogos prevén un descenso de temperaturas y la disminución del viento, lo que podría facilitar el trabajo de los bomberos y ofrecer una oportunidad para estabilizar la situación en los próximos días.
Desde que asumió el cargo, Sánchez ya se ha enfrentado en varias ocasiones a grandes crisis, desde la pandemia hasta la erupción volcánica y fallos energéticos. Ahora, las autoridades esperan que la actual temporada de incendios marque un punto de inflexión en la gestión de los riesgos climáticos en España. Señalan la necesidad de que el país revise sus estrategias y aumente la preparación ante desastres naturales cada vez más frecuentes y devastadores.
En el corto plazo, la prioridad será extinguir los incendios y apoyar a los afectados; después, se trabajará en un nuevo pacto destinado a reforzar la posición de España en la lucha contra las consecuencias del cambio climático.





