
El norte y el este de España se han visto hoy afectados por un potente ciclón. Las autoridades de varias autonomías han declarado el nivel naranja de alerta meteorológica. Los habitantes de Mallorca, Barcelona, Lleida, Tarragona, A Coruña, Pontevedra, así como de País Vasco, Asturias y Cantabria, se despertaron con el estruendo de intensas lluvias y fuertes rachas de viento. En algunas zonas, en pocas horas cayó la cantidad de precipitaciones habitual para todo un mes, y en las carreteras se formaron atascos debido a árboles caídos e inundaciones.
La situación ha sido especialmente complicada en la costa catalana. Los servicios de emergencia recibieron en solo una mañana cientos de llamadas relacionadas con las consecuencias del temporal. Las autoridades regionales decidieron suspender las clases en la mayoría de universidades para proteger a estudiantes y profesores. Los teléfonos móviles de los residentes recibieron avisos de emergencia recomendando no salir de casa salvo necesidad y mantenerse alejados de ríos y barrancos.
Las anomalías meteorológicas no solo afectan a la península. En las Islas Baleares y Canarias también se registran lluvias intensas y una marcada bajada de temperaturas. En los Pirineos, la nieve cayó por encima de los 1600 metros y en algunas zonas montañosas la temperatura descendió por debajo de cero. El viento alcanza fuerza de huracán en puntos del norte de Galicia, en las laderas de los Pirineos y en zonas costeras de Cataluña.
Los meteorólogos advierten que las condiciones meteorológicas cambiarán a lo largo del día. Hacia la tarde se prevé que el viento disminuya y las lluvias cesen gradualmente en la mayoría de las zonas afectadas. Sin embargo, se recomienda a la población mantenerse alerta, ya que hasta el final del día podrían producirse inundaciones locales y problemas en el transporte. En los próximos días, las temperaturas seguirán por debajo de lo habitual para la época y en las zonas montañosas no se descartan heladas nocturnas.






