
Este año, los incendios forestales en los países de la Unión Europea han alcanzado niveles récord. Según los datos más recientes, el fuego ha destruido más de 10 mil kilómetros cuadrados, lo que supera la superficie total de Chipre. La temporada de 2025 ya ha sido reconocida como la más devastadora de las últimas dos décadas.
La situación es especialmente grave en España. Aquí han ardido cerca de 4 mil kilómetros cuadrados de bosques y áreas naturales, lo que representa aproximadamente el 3% de toda la superficie del país. Es la cifra más alta entre todos los estados de la UE. A modo de comparación, en Chipre el fuego afectó al 2,3% del territorio, y en Portugal y Rumanía, más de mil kilómetros cuadrados en cada país.
El sistema de monitoreo Copernicus, que rastrea los incendios mediante satélites, detecta cerca del 95% de estos incidentes en Europa. Desde 2006, año en que se empezó a recopilar estas estadísticas, no se habían registrado daños de tal magnitud. Esta temporada, España volvió a estar en el centro de la atención debido a los frecuentes y violentos incendios.
Expertos señalan que las principales causas de estos incendios tan extensos han sido la sequía prolongada, las temperaturas anómalamente altas y los fuertes vientos. En algunas regiones del país, especialmente en Andalucía y en el norte, el fuego se propagó rápidamente, lo que dificultó el trabajo de los servicios de bomberos.
Las autoridades españolas se vieron obligadas a movilizar recursos adicionales para combatir el desastre natural. En varios casos, se recurrió a unidades militares y a la aviación para la extinción. A pesar de los esfuerzos, no siempre se logra contener completamente los incendios y el daño a los ecosistemas sigue aumentando.
Los incendios han afectado no solo los bosques, sino también tierras agrícolas y localidades cercanas. En algunas zonas fue necesario evacuar a los residentes para evitar víctimas y reducir los riesgos para la salud.
La situación en España refleja una tendencia general en todo el sur de Europa, donde el cambio climático está aumentando la frecuencia y la intensidad de los desastres naturales. Las autoridades y expertos subrayan la necesidad de revisar las medidas de prevención y la pronta respuesta ante este tipo de emergencias.
En los próximos meses, los expertos prevén un aumento de los incendios si las condiciones meteorológicas no cambian. La protección de los bosques y la adaptación a la nueva realidad climática se están convirtiendo en una prioridad tanto para España como para toda la Unión Europea.





