La reciente publicación de las memorias de Isabel Preysler, «Mi verdadera historia», ha causado sensación y se ha convertido en el gran acontecimiento editorial del otoño. En el libro, la socialité no solo reconstruye recuerdos de su pasado, desde la infancia en Manila hasta la ruptura con Mario Vargas Llosa, sino que también deja entrever sus planes de futuro. A sus 75 años, Preysler se mantiene en excelente forma y no parece tener intención de retirarse ni de abandonar la vida pública que le ha valido el título de «reina de corazones».
Sin embargo, su hija mayor, Chábeli Iglesias, tiene una visión diferente del futuro de su madre. Ha diseñado un plan detallado para trasladar a Isabel a Estados Unidos, lo que supondría despedirse de su lujosa mansión en la exclusiva zona madrileña de Puerta de Hierro. Este cambio también la alejaría de su hija Tamara Falcó, que reside en España, y de Ana Boyer, que aunque vive en Catar, visita con frecuencia su país natal. En Estados Unidos, por el contrario, viven tres de sus hijos mayores: la propia Chábeli, Enrique Iglesias y Julio José.
El plan de Chábeli está cuidadosamente elaborado y refleja una gran preocupación por el bienestar de su madre. Ya ha iniciado la reforma de su casa en Carolina del Norte, con el objetivo de hacerla lo más cómoda posible para Isabel. La idea central es trasladar todas las habitaciones principales a una sola planta. Así, Isabel no tendrá que subir ni bajar escaleras en caso de que en el futuro surjan problemas de movilidad. Esta decisión, previsora, demuestra lo en serio que Chábeli se toma el bienestar de su madre.
El cuidado de la hija va más allá de las comodidades cotidianas. Chábeli también pensó en el ocio de su madre para que no se aburriera en el nuevo entorno. Según sus planes, Isabel podría asistir al club campestre local y jugar a las cartas con señoras mayores del vecindario. La propia Preysler, según se informa, se toma estas ideas con humor y las considera poco probables, aunque no las descarta del todo. Ve estos planes como una emotiva muestra de amor por parte de su hija, quien, tras un matrimonio fallido con el hijo de un famoso arquitecto, ha encontrado la felicidad junto al empresario Cristian Altaba.
A pesar de todos los preparativos y las propuestas, la última palabra la tiene Isabel Preysler. Su reciente aparición en televisión y el éxito arrollador de su libro, que alcanzó el primer puesto de ventas en Amazon, demuestran que su popularidad en España sigue intacta. El público continúa mostrando un gran interés por ella, y solo Isabel decidirá dónde disfrutará de su ‘jubilación’: si en la familiar mansión madrileña o en el acogedor hogar que su hija le prepara con tanto cariño al otro lado del océano.
