
El lunes se detectaron niveles de partículas en suspensión en el aire de Madrid que superaron los límites permitidos. Los servicios municipales de emergencia han solicitado a los ciudadanos que eviten salir al exterior en la medida de lo posible y renuncien a paseos prolongados, especialmente las personas con enfermedades crónicas, niños pequeños, personas mayores y mujeres embarazadas.
Según la información del servicio municipal de salud, en la atmósfera de la ciudad se registra una alta concentración de aerosoles y partículas microscópicas de diversas procedencias. Estas sustancias pueden penetrar en las vías respiratorias y provocar efectos negativos para la salud, especialmente en caso de exposición prolongada.
En España, episodios similares de contaminación del aire suelen estar relacionados con el arrastre de polvo procedente del Sahara. Estos fenómenos tienen un origen natural y es imposible prevenirlos por completo, por lo que la principal medida es minimizar el contacto con el aire contaminado. Además de los factores naturales, la situación se agrava debido a las emisiones de sistemas de calefacción, actividades industriales, obras de construcción, así como el tráfico y la insuficiente limpieza de las calles.
Los expertos señalan que tanto la exposición breve como la continua al aire contaminado puede provocar el desarrollo de enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Al inhalar, las partículas primero quedan retenidas en las vías respiratorias superiores, pero las más pequeñas pueden llegar profundamente a los pulmones e incluso pasar al torrente sanguíneo.
Son especialmente vulnerables a este tipo de contaminación las personas con asma, enfermedades crónicas pulmonares, patologías cardiovasculares y un sistema inmunitario debilitado, incluyendo pacientes en tratamiento oncológico. El grupo de riesgo también incluye a los niños menores de seis años, personas mayores y mujeres embarazadas, ya que la exposición a partículas nocivas puede afectar negativamente al desarrollo del feto y al curso del embarazo.
Un alto nivel de contaminación del aire puede causar irritación en las vías respiratorias, aumentar la susceptibilidad a infecciones, provocar procesos inflamatorios en el organismo e incrementar el riesgo de parto prematuro. La exposición prolongada al aire contaminado se asocia con un aumento en los casos de cáncer, ya que las partículas en suspensión están clasificadas como carcinógenos para los humanos.
Los expertos destacan que, en períodos donde a las partículas presentes en el aire se suman otros contaminantes, como el ozono, el efecto negativo puede intensificarse. En los últimos días, Madrid también ha registrado altos niveles de ozono, lo que agrava aún más la situación.
Las autoridades municipales recomiendan a los residentes mantenerse informados sobre la calidad del aire, permanecer en interiores en la medida de lo posible y, si es necesario salir, limitar la actividad física. Se aconseja prestar especial atención al bienestar de los niños, personas mayores y aquellos con enfermedades crónicas.






