
En la capital de Ruanda finalizó quizás el Campeonato Mundial de ciclismo más inusual y extenuante de toda la historia. Los ciclistas tuvieron que superar 267,5 kilómetros por un recorrido montañoso situado a mil quinientos metros sobre el nivel del mar. Los desniveles alcanzaron casi los 5.500 metros, y el calor junto con la humedad solo complicaron aún más la prueba.
Desde el inicio quedó claro: este recorrido no perdona la debilidad. Los aficionados españoles siguieron con esperanza a Juan Ayuso, pero esta vez no pudo entrar en la lucha por las medallas y finalizó octavo. Sin embargo, la mayor expectativa estaba relacionada con Tadej Pogačar, que volvió a demostrar que puede hacer maravillas en los recorridos más difíciles.
Pogačar no esperó a que sus rivales se desgastaran. A falta de 104 kilómetros para la meta, atacó con fuerza en una de las subidas, y solo Ayuso junto al mexicano Del Toro lograron seguirle el ritmo. Pronto el español no pudo sostener el paso y quedó rezagado, mientras Pogačar y Del Toro mantuvieron la escapada. Pero este dúo tampoco duró mucho: a 67 kilómetros del final, el esloveno se quedó solo e inició su característico ataque en solitario.
La persecución se convirtió en una auténtica batalla de titanes. Entre los perseguidores destacó el belga Evenepoel, que intentó desesperadamente organizar la caza, pero ninguno de los otros favoritos pudo mantener su ritmo. Al final, Pogačar solo incrementaba su ventaja y el resto ya luchaba más bien por el segundo puesto que por la victoria.
Pogačar cruzó la meta en solitario, sumando su 17ª victoria de la temporada y la 105ª de su carrera. Evenepoel terminó segundo, mientras que el irlandés Healy fue tercero, llegando con más de dos minutos de desventaja. Los aficionados españoles, por supuesto, esperaban más de Ayuso, pero incluso el octavo puesto en una competencia de este nivel es un resultado digno.
Este campeonato mundial pasará a la historia no solo por las condiciones extremas, sino también por otra hazaña de Pogačar. Su dominio en el circuito de Kigali fue uno de los grandes momentos de la temporada y recordó una vez más por qué es considerado uno de los mejores ciclistas de la actualidad.





