
En las afueras de Arganda del Rey, agentes de la Guardia Civil se toparon con una escena impactante: una mujer de 68 años vivía en una pequeña construcción, similar a un cobertizo, acompañada por 52 perros. El lugar estaba lleno de desechos y, en la parte trasera, hallaron seis cadáveres de animales ocultos en bolsas de basura.
La mujer, protagonista de esta historia, asegura ser víctima de las circunstancias. Según relata, su esposo, quien falleció poco antes de los hechos, la mantuvo aislada junto a los animales durante cuatro años. Durante ese tiempo, apenas salió de la finca, no tuvo acceso a atención médica y vivió sin servicios básicos —ni electricidad ni agua corriente.
Una vida de aislamiento y miedo
Los vecinos rara vez veían a la dueña del terreno y, cuando la escuchaban, era solo por gritos o golpes de metal al intentar calmar los ladridos de los perros. Según los residentes, el hombre era reservado y solo se le veía cuando iba al trabajo. En la propiedad había coches viejos y la casa estaba en estado de abandono. Hace cinco años, la pareja ya había sido investigada por maltrato animal, pero entonces solo recibieron una advertencia.
Dentro de la vivienda reinaba una completa insalubridad: muebles destrozados, electrodomésticos averiados y objetos que hacía tiempo habían perdido su valor. La mujer dormía sobre un palé de madera, y su única fuente de información era una vieja radio. Su salud se había deteriorado notablemente: desarrolló gangrena en una pierna, pero no buscó ayuda.
Síndrome de acumulación y tragedia animal
Los rescatistas señalan que este tipo de casos son más frecuentes de lo que se suele pensar. Las personas que padecen el síndrome de acumulación de animales creen sinceramente que cuidan de sus mascotas, aunque en realidad les causan sufrimiento. En este caso, los perros estaban desnutridos; muchos padecían enfermedades dermatológicas y lesiones provocadas por peleas para sobrevivir en el espacio reducido.
Tras la intervención de las autoridades, los animales fueron trasladados a refugios donde reciben la atención necesaria. La historia tuvo gran repercusión pública y volvió a poner sobre la mesa el problema de la tenencia irresponsable de mascotas y la importancia de actuar a tiempo ante este tipo de situaciones.





