
En Sevilla se ha activado de nuevo la alerta naranja por condiciones meteorológicas adversas. La ciudad enfrenta la amenaza de intensas lluvias, granizo e incluso la posibilidad de tornados. Los meteorólogos advierten que pueden caer hasta 30 litros de agua por metro cuadrado en solo una hora, y las rachas de viento podrían alcanzar valores peligrosos. Ante este escenario, las autoridades han decidido cerrar temporalmente todos los parques municipales, instalaciones deportivas y el cementerio. Además, se han suspendido las actividades en talleres y clubes municipales.
Hace exactamente una semana, los vecinos de la ciudad ya vivieron una situación similar, cuando en cuestión de minutos las calles de Sevilla quedaron completamente inundadas. Entonces, las consecuencias fueron notables: el transporte se paralizó y varios barrios quedaron aislados del centro. Esta vez, los servicios municipales han optado por anticiparse para reducir al mínimo los posibles daños y proteger a la población.
Las autoridades recomiendan encarecidamente a los ciudadanos no salir de casa si no es imprescindible, especialmente durante las horas en que se prevén las precipitaciones más intensas. Se hace hincapié en la seguridad de los niños y las personas mayores. A los conductores se les aconseja evitar circular por calles que puedan inundarse y estar preparados ante cambios repentinos en las condiciones del tráfico.
Los servicios de emergencia se encuentran en estado de máxima alerta. En caso de que la situación empeore, están preparados para actuar rápidamente y eliminar las consecuencias del mal tiempo. Las autoridades municipales subrayan que todas las medidas están destinadas a prevenir tragedias y proteger la salud de los ciudadanos. Se espera que las restricciones permanezcan vigentes hasta que las condiciones meteorológicas se estabilicen.






