
En la noche del martes, en la localidad de Javalí Viejo, cerca de Murcia, sucedió algo que los vecinos difícilmente olvidarán pronto. Una tarde común se transformó repentinamente en una auténtica prueba de resistencia musical: desde las once de la noche y casi hasta el amanecer, el patio de un colegio estuvo ambientado por una única melodía—la conocida canción de “Feliz cumpleaños”—que sonaba sin parar desde los altavoces.
Al principio, la gente no dio importancia al peculiar acompañamiento musical, pensando que alguien simplemente celebraba una fiesta. Sin embargo, cuando pasó la medianoche y la animada melodía seguía sonando, el ambiente en las casas cambió a irritación. Algunos intentaron dormir; otros llamaban a conocidos para preguntar si también escuchaban lo mismo. Pero la música no cesaba ni un minuto.
Hacia las tres de la madrugada, la paciencia de muchos llegó al límite. Los vecinos empezaron a llamar a los servicios de emergencia para quejarse de que era imposible descansar. Solo hacia las cuatro y media de la mañana llegaron los bomberos al lugar. Tuvieron que desconectar el sistema de megafonía para devolver la tranquilidad al pueblo. Resultó que el sistema automático de avisos del colegio sufrió un fallo y se quedó atascado precisamente con esa melodía.
Tras el incidente, los bomberos comentaron la situación con humor, señalando que no querían arruinarle la fiesta a nadie, pero la noche no es momento para estos conciertos. Al final, los habitantes de Javalí Viejo recibieron un inesperado “regalo” nocturno del que se seguirá hablando en las calles por mucho tiempo.





