
En los Pirineos catalanes, en la comarca de Alt Urgell, se encuentra un lugar sorprendente que fácilmente podría confundirse con paisajes de selvas sudamericanas. Se trata de las piscinas naturales de Organyà (Basses d’Organyà), un sistema de cascadas y remansos de aguas cristalinas que se ha convertido en un destino popular para quienes buscan refrescarse en los calurosos días de verano. Este enclave natural, situado en la provincia de Lleida, a pocos kilómetros de Andorra, ofrece a los visitantes una experiencia única de inmersión en plena naturaleza.
La particularidad de este lugar no solo reside en su aspecto pintoresco, sino también en la composición de sus aguas. Estas presentan un ligero sabor salino, debido a la mineralización natural y los depósitos de piedra caliza en el terreno. Las lagunas, conocidas también como Basses de Fontanet, se alimentan del río Fontanet, que nace en el manantial de Font Bordonera. El paisaje varía según la estación y la cantidad de precipitaciones, por lo que tras las lluvias las cascadas resultan especialmente impresionantes.
Llegar a este paraje natural es sencillo. La ruta comienza en el pueblo de Organyà, desde la Plaza de las Homilías (Plaza de las Homilías). Desde allí hay que dirigirse hacia el sur en dirección al albergue local (Albergue d’Organyà) y, a pocos metros, tomar el sendero que lleva directamente al río. El paseo desde el punto donde se puede dejar el coche hasta las cascadas dura unos veinte minutos y transcurre por terreno llano, lo que lo hace accesible para turistas de cualquier edad, incluidas familias con niños.
En el lugar, los visitantes encuentran dos principales pozas. Una, más grande, se ubica justo debajo de la cascada de dos niveles. La segunda, más pequeña pero más profunda —alcanza hasta tres metros— es ideal para quienes disfrutan saltar al agua desde las rocas. Como este sitio aún no se ha convertido en un destino de turismo masivo, rara vez está concurrido. Esto permite disfrutar del silencio, interrumpido solo por el sonido del agua que cae, y sentir una verdadera conexión con la naturaleza. Se recuerda a los visitantes la importancia de cuidar el entorno para preservar este rincón único para las futuras generaciones.




