Con la llegada del otoño, España vuelve a registrar fuertes precipitaciones que ya han causado graves consecuencias en las carreteras del país. Recordando la destructiva DANA que azotó varias regiones el 29 de octubre de 2024, los residentes y las autoridades locales siguen los pronósticos con preocupación. En aquella ocasión, el fenómeno natural arrasó localidades enteras y provocó numerosas víctimas.
Las lluvias intensas no solo generan riesgo de inundaciones, sino que también incrementan de manera significativa el peligro para los conductores. En cuestión de minutos, las corrientes de agua pueden cortar las carreteras, bloquear el tráfico y dejar a las personas atrapadas dentro de sus vehículos. La Dirección General de Tráfico destaca que las inundaciones repentinas son una de las situaciones más peligrosas para todos los usuarios de la vía.
Se presta especial atención no solo a los posibles daños a los vehículos, sino también a la amenaza directa para la vida de conductores y pasajeros. Por ello, los expertos han elaborado instrucciones precisas sobre cómo actuar si el coche queda atrapado en una zona inundada.
El primer paso cuando se presenta una situación así es quitarse el cinturón de seguridad. Después, se debe intentar salir por la ventana, ya que es el método más seguro si el habitáculo se está inundando. Si el nivel del agua ya llegó a las ventanillas y no se pueden abrir, se recomienda utilizar un objeto afilado para romper el cristal.
En los casos en que no sea posible romper el cristal, queda la opción de salir por la puerta. Sin embargo, es importante recordar: la puerta debe abrirse en la dirección de la corriente de agua, de lo contrario la presión del flujo impedirá hacerlo rápidamente. Tras salir del vehículo, los especialistas recomiendan subir al techo del coche; esto permite situarse por encima del nivel del agua y facilita que los rescatistas lo encuentren.
Si de repente aparece una corriente de agua en el camino, no intente cruzarla en coche. La profundidad puede ser mucho mayor de lo que parece a simple vista. La mejor opción es buscar una ruta alternativa. Incluso si el agua solo llega a la mitad de la rueda, el vehículo puede ser arrastrado por la corriente en cuestión de segundos. Esto depende del peso del coche, la altura del chasis, la fuerza del flujo y el terreno.
Si no fue posible evitar entrar en una zona inundada, es fundamental abandonar el vehículo lo más rápido posible. Seguir estas recomendaciones ayuda a minimizar los riesgos y preservar la vida en condiciones meteorológicas extremas.
