
En vísperas de la cuarta gala del popular reality musical Operación Triunfo 2025, el ambiente en la academia se vuelve cada vez más tenso. Tras la reciente eliminación de uno de los participantes y durante el análisis habitual, la directora del proyecto, Noemí Galera, decidió abordar un tema muy delicado que, en su opinión, impide a muchos concursantes mostrar todo su potencial.
Con su característica franqueza, pero también con respeto y cercanía, se dirigió a los jóvenes artistas. Galera compartió sus observaciones: durante las clases de interpretación, muchos de ellos parecen retraídos. Según ella, la causa está en pensar demasiado en lo que sus parejas puedan opinar al verlos en la pantalla. Subrayó que el trabajo en el escenario es solo una representación y que no se debe dar demasiada importancia a besos o abrazos escénicos. Es parte de la profesión, nada más.
Bajo la atenta mirada de los concursantes, la mentora continuó su reflexión, apelando a su propia experiencia de vida. Señaló que la generación actual parece preocuparse en exceso por estas cuestiones, algo que le sorprende mucho, especialmente como alguien que pronto cumplirá 60 años. Galera dio un consejo claro y directo: si tu pareja no te permite tocar a alguien en escena o interpretar un determinado papel dentro de tu trabajo, deberías replantearte esa relación. Según ella, nadie debería aceptar ese tipo de limitaciones.
Explicó que ese autocontrol interno interfiere en el proceso creativo, impide que los artistas se relajen y se sumerjan completamente en el personaje. Ese “corsé” de expectativas externas y miedos, posiblemente, es lo que les dificulta alcanzar mayor libertad y naturalidad en la interpretación. Galera sugirió que, dejando de lado esas preocupaciones, los participantes podrían desarrollar su potencial mucho más profundamente, ya que no están haciendo nada censurable.
Al concluir su monólogo, precisó que sus palabras no iban dirigidas a todos, sino solo a quienes notó esa tendencia. Le daría mucha pena que alguien perdiera una oportunidad única por miedo a que un extraño pudiera inventar “historias marcianas”. Recordando la especificidad del trabajo en el teatro musical, por ejemplo, donde la simulación de escenas románticas e incluso íntimas es algo normal, volvió a enfatizar que la pareja no debe imponer ningún límite. Esta reflexión resonó entre los espectadores del programa en Prime Video, y sus palabras fueron muy valoradas y ampliamente difundidas en redes sociales entre los jóvenes, generando un animado debate público.





