
El quinto episodio de la décima temporada del popular programa culinario MasterChef Celebrity fue una verdadera prueba de nervios tanto para los participantes como para el público. La noche en las cocinas de Televisión Española estuvo llena de contrastes: unos luchaban por seguir en el concurso, mientras otros recibieron la oportunidad inesperada de volver a la competición. La montaña rusa emocional alcanzó su punto máximo y brindó a la audiencia un espectáculo inolvidable.
Todo se decidió después de la prueba de exteriores, en la que el equipo azul fue derrotado. Esto significaba que sus miembros debían enfrentarse en la prueba de eliminación. David Amor, Torito, Alejo Sauras y Miguel Torres se pusieron los delantales negros para luchar por su permanencia en el concurso. Juanjo Bona, que fue el mejor en la ronda anterior, obtuvo el derecho de repartir los tiempos de cocina entre los nominados, lo que añadió más intriga. Finalmente, los más débiles fueron David Amor y Torito, cuyos platos recibieron duras críticas durante la degustación.
El plato decisivo para el humorista gallego fue su interpretación del ceviche. Su intento de preparar un plato sofisticado terminó en fracaso absoluto. Los miembros del jurado no ocultaron su decepción: en vez de un sabor jugoso e intenso, encontraron una mezcla desequilibrada de ingredientes, carente de su esencia principal, la base cítrica. El veredicto fue unánime y contundente: el nivel del plato no estaba a la altura de esta fase del concurso. David Amor tuvo que abandonar el programa.
Sin embargo, los acontecimientos dramáticos de la noche no terminaron ahí. A mitad del programa, los organizadores sorprendieron a todos organizando una competencia de repesca para los concursantes previamente eliminados. El escenario de este duelo culinario fue una pista deportiva de la Universidad Complutense de Madrid, donde los ex participantes debían demostrar que merecían una segunda oportunidad.
La lucha por el delantal blanco comenzó con un incidente preocupante: Charo Reina tuvo que abandonar por un grave golpe de calor, lo que la llevó a ser descalificada. Los jueces tampoco tuvieron piedad con los demás aspirantes, eliminando sin contemplaciones a Neko, Jorge Luengo y Valeria Vegas tras numerosos errores inadmisibles para cocineros de ese nivel. Sus esperanzas de volver al concurso se desvanecieron.
El duelo final enfrentó a Maxi y a la reconocida cantante Soraya Arnelas. Ambos superaron las expectativas presentando platos que recibieron excelentes valoraciones. Sin embargo, la victoria fue para Soraya. Su regreso a las cocinas del programa fue celebrado con entusiasmo por los numerosos seguidores del formato, quienes desde el principio consideraron su eliminación como uno de los momentos más injustos de la temporada.






