
En la ciudad de Miranda de Ebro, ubicada en la provincia de Burgos, la policía detuvo a dos menores sospechosos de intento de asesinato y de delitos motivados por odio. Se trata de dos incidentes ocurridos en la primavera y el verano de 2025, que generaron una amplia repercusión social.
El primer caso tuvo lugar en la noche del 22 de abril. Un hombre sin domicilio fijo, que solía dormir cerca de la estación de autobuses, fue agredido. Según la investigación, dos adolescentes se acercaron al hombre dormido y le arrojaron una caja preparada con antelación, llena de papeles y empapada en líquido inflamable. Como consecuencia del incendio, la víctima perdió su saco de dormir y su manta, pero evitó lesiones graves. Un testigo confirmó que los agresores encendieron la caja justo antes del ataque.
Indignó especialmente el hecho de que los adolescentes grabaran el ataque en video mientras se burlaban de la víctima. La investigación calificó sus acciones como intento de asesinato agravado por el odio hacia grupos socialmente vulnerables.
El segundo incidente está relacionado con el incendio intencionado de un puesto de venta durante la celebración de San Juan del Monte, que tuvo lugar en la noche del 9 de junio. En ese momento, la propietaria del puesto, ciudadana de Perú, se encontraba en su coche cerca del lugar de venta. Al escuchar ruido, se dio cuenta de que su puesto estaba en llamas. El fuego se propagó rápidamente, amenazando otros puestos y a las personas que pernoctaban cerca. Gracias a la rápida intervención de la policía y los bomberos, se evitaron víctimas, aunque los daños materiales superaron los 35.000 euros.
Durante la investigación se determinó que los responsables del incendio eran los mismos dos adolescentes, junto con un tercer conocido. Antes del ataque, también grabaron un vídeo en el que se escuchan insultos y comentarios racistas. Según otros comerciantes, poco antes del suceso, una de las vendedoras había recibido amenazas de carácter racial.
Los agentes del departamento local de policía judicial identificaron rápidamente a los tres sospechosos. Tras su detención, los menores fueron puestos a disposición de la Fiscalía de Menores de Burgos. El tribunal ordenó su ingreso en un centro especializado hasta que concluyan las diligencias de investigación.
Ambos casos han generado preocupación entre los habitantes de Miranda de Ebro y han llamado la atención sobre el problema de los delitos de odio en la región. La policía continúa trabajando para identificar posibles episodios similares y llama a los ciudadanos a denunciar cualquier manifestación de agresión contra grupos vulnerables.






