
En los últimos meses, los hospitales de España y otros países europeos han registrado una tendencia preocupante: cada vez se diagnostican más infecciones causadas por el hongo levaduriforme Candidozyma auris. Este microorganismo representa una amenaza especial para personas con el sistema inmunitario debilitado y puede propagarse rápidamente en entornos hospitalarios.
En la última década, de 2013 a 2023, se han registrado más de cuatro mil casos de infección o portación de este hongo en los países de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo. Solo el año pasado, en 18 Estados europeos se detectaron más de 1.300 nuevos episodios. España, junto con Grecia, Italia, Rumanía y Alemania, se encuentra entre los países con mayor número de infectados.
Preocupa especialmente el hecho de que Candidozyma auris es resistente a la mayoría de los medicamentos antifúngicos. Esto dificulta el tratamiento y aumenta el riesgo de mortalidad, que, según especialistas, puede alcanzar hasta el 62 % en casos de candidemia (cuando el hongo ingresa al torrente sanguíneo). Brotes recientes se han registrado en Francia, Alemania y Chipre, lo que evidencia la continua propagación del patógeno en Europa.
El hongo fue descrito por primera vez en 2009 y desde entonces ha adquirido la reputación de ser uno de los agentes infecciosos nosocomiales más peligrosos. La Organización Mundial de la Salud ya lo ha incluido en la lista de patógenos que representan una amenaza crítica para la salud. Los médicos destacan que se debe prestar especial atención a la prevención y al control de la propagación de la infección en los centros médicos, para evitar nuevos brotes y reducir la mortalidad entre los pacientes.





