
Un incidente en la ciudad de El Vendrell, en la provincia de Tarragona, ha conmocionado a la comunidad local. Un bebé de siete meses fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Barcelona con heridas graves. Según las primeras informaciones, el niño habría resultado herido por acciones de su propio padre.
Los hechos ocurrieron a mediados de octubre, cuando el pequeño se encontraba en casa solo con su padre. Al regresar, la madre encontró a su hijo inusualmente decaído y sin responder a los estímulos habituales. La mujer lo llevó de inmediato al médico, donde los facultativos detectaron múltiples contusiones en la cabeza, algunas previas y otras recientes.
Tras el examen, el bebé fue hospitalizado en cuidados intensivos y el personal sanitario activó el protocolo habitual ante sospechas de maltrato infantil. Poco después, la policía detuvo a un hombre de 42 años, sospechoso de haber causado las lesiones a su propio hijo. A pesar de la gravedad de la situación, el hombre fue puesto en libertad tras declarar ante el juez, aunque se le prohibió acercarse al niño y a la madre.
Mientras el pequeño sigue bajo observación médica, su situación está siendo vigilada también por los servicios sociales. Las autoridades de protección de menores han asumido el cuidado temporal del niño para garantizar su seguridad y el apoyo necesario. Se está llevando a cabo una investigación exhaustiva para esclarecer todos los hechos, determinar si hubo episodios similares en el pasado y durante cuánto tiempo pudo estar en peligro el menor.
Este caso vuelve a poner sobre la mesa la protección de los menores y la importancia de reaccionar a tiempo ante las señales de alarma en las familias. Vecinos y especialistas en asuntos de infancia expresan su preocupación y confían en que la investigación ayude a prevenir tragedias similares en el futuro.






