
En diciembre de 2021, un británico de 58 años residente en las Islas Baleares fue ingresado en el hospital Son Espases de Palma. Su estado era crítico: una neumonía bilateral causada por el coronavirus estaba deteriorando rápidamente la función pulmonar. Los médicos decidieron inducirle un coma artificial y conectarlo a un dispositivo que reemplaza temporalmente la función de los pulmones, oxigenando la sangre fuera del cuerpo.
El hombre pasó casi tres meses inconsciente, completamente dependiente de maquinaria médica avanzada. Durante ese tiempo, el aparato ECMO (oxigenación por membrana extracorpórea) se convirtió en su única oportunidad de sobrevivir. Tras salir del coma y una larga rehabilitación, comprendió lo vital que es esta tecnología para salvar vidas.
Motivado por el apoyo de médicos y familiares, el ex paciente decidió cambiar la situación para otros enfermos graves. Inició una campaña para recaudar fondos con el objetivo de adquirir otro dispositivo ECMO para el hospital Son Espases. A la iniciativa se sumaron organizaciones benéficas, incluido el fondo JoyRon, que apoya a los niños en las Islas Baleares. Gracias al esfuerzo conjunto, lograron reunir casi 79.000 euros, el coste de un equipo moderno.
Ahora, la unidad de cuidados intensivos del hospital cuenta con una máquina vital más. Esto es especialmente relevante para pacientes con graves daños pulmonares o cardíacos, cuando los tratamientos convencionales ya no son efectivos. El aparato también será útil para los pacientes más pequeños: ahora los médicos podrán tratar a niños con patologías cardíacas poco frecuentes sin tener que trasladarlos a otras ciudades.
Nuevas oportunidades para salvar vidas
La historia de este británico inspiró también a otros habitantes de las islas. Una de las participantes en las iniciativas solidarias contó que el aparato ECMO salvó la vida de su hijo en Barcelona, quien nació con una cardiopatía congénita. Se sorprendió de que en Baleares solo hubiera cuatro equipos de este tipo y se sumó a la campaña de recaudación de fondos. Gracias a estos nuevos recursos, la asistencia médica ahora será más accesible para quienes realmente la necesitan.
Una organización médica local de investigación asumió toda la gestión para la compra y entrega del equipo. Estas donaciones a hospitales públicos son poco habituales, pero son precisamente las que permiten adoptar tecnología avanzada y ampliar la oferta asistencial.
Aunque el antiguo paciente sigue enfrentando secuelas de la enfermedad —sus pulmones nunca se recuperaron por completo—, continúa dedicado a la música y se considera una persona feliz. Su historia se ha convertido en un ejemplo de cómo la lucha personal puede impulsar cambios significativos para toda la sociedad.
Con la llegada de un nuevo aparato ECMO en Son Espases, los médicos ahora tienen más posibilidades de salvar a pacientes en situaciones extremadamente graves. Para muchos, esto puede ser la única oportunidad de sobrevivir.






