
En la provincia de Burgos, en 2025, se observó un notable aumento del interés por el turismo cinematográfico. El motivo fue la legendaria película de Sergio Leone «Il buono, il brutto, il cattivo» («Por unos dólares más»), que se rodó en los alrededores. Este año, a los lugares ya conocidos, se sumó un museo dedicado al director artístico del filme, Carlo Simi. Esta nueva incorporación complementó la restaurada necrópolis de Sad Hill y el reconstruido fuerte de Betterville, que se han convertido en verdaderos símbolos para los aficionados al género.
La historia comenzó hace diez años, cuando aficionados locales descubrieron que las escenas finales del emblemático wéstern se rodaron precisamente aquí, en 1966. Tras una investigación, encontraron los restos del famoso cementerio donde tiene lugar el duelo principal. Un grupo de voluntarios decidió limpiar el área, restaurar el círculo central y colocar cruces de madera, como en el decorado original. Se esperaba que el trabajo llevara sólo un par de fines de semana, pero el proyecto creció rápidamente y se sumaron nuevos participantes, incluidos algunos de otros países. Para recaudar fondos, se lanzó un programa de «adopción» de cruces, lo que permitió atraer recursos y voluntarios adicionales.
Como resultado, cientos de personas de España, Francia e Italia acudieron al valle de Mirandilla para colaborar en la restauración de este lugar histórico. Para el 50.º aniversario de la película, se logró acondicionar completamente el escenario para una gran celebración que reunió a varios miles de invitados. Entre los apoyos a la iniciativa estuvieron el compositor Ennio Morricone, el actor Clint Eastwood y el músico James Hetfield de Metallica, cuya banda suele iniciar sus conciertos con el tema principal del filme. Gracias a ello, Burgos se convirtió en el centro de atención de los aficionados al western europeo.
Actualmente, el cementerio de Sad Hill recibe unas 50.000 visitas anuales, mientras que el fuerte Betterville ha atraído a otros 5.000 turistas en un año. La zona destaca no solo por sus escenarios cinematográficos, sino también por sus atractivos naturales, como el parque natural Sabinares del Arlanza, el monasterio de San Pedro de Arlanza, el desfiladero de La Yecla, y los históricos pueblos de Silos y Covarrubias. En octubre, en Covarrubias se inaugurará el museo Carlos Simi, donde se exhibirán bocetos, vestuarios y planos originales relacionados no solo con esta película, sino con otras obras del artista. La exposición se ha hecho posible gracias al apoyo de la hija de Simi, Juditta.
El museo se ubicará en el edificio Casilla de Santo Tomás, junto a la iglesia del mismo nombre. En la planta baja se mostrarán materiales relativos a «Por un puñado de dólares más», mientras que en la segunda planta habrá obras de otros proyectos. La transferencia de la colección a Burgos refuerza la relevancia internacional de la iniciativa de recuperación de Sad Hill.
Según los expertos en cultura popular, visitar los escenarios de rodaje se ha convertido para muchos en una forma especial de peregrinación. Pasear por estos lugares permite sentir la atmósfera de películas legendarias y disfrutar de la belleza del paisaje local. Desde el fuerte Betterville se pueden contemplar puestas de sol impresionantes, y el próximo año se espera un evento astronómico único: un eclipse solar. Ya ha comenzado la preparación para el 60º aniversario de la película, que se celebrará en 2026.
Entre los planes de los organizadores está la reconstrucción parcial del puente Langston (Langstone), otro elemento importante del filme. El puente original fue destruido durante el rodaje y para repetir la escena tuvo que ser construido de nuevo con el apoyo del ejército español. Actualmente, se estudia la posibilidad de recrear algunas partes para recordar su existencia.
La combinación de patrimonio histórico, naturaleza y cultura popular ha resultado positiva para la región. La dirección del Parque Natural Sabinares del Arlanza destaca que este tipo de proyectos favorece el desarrollo integral del territorio. El año pasado, para la restauración del fuerte se utilizó madera proveniente de un incendio, lo que permitió darle una nueva vida. Ahora, parte de las vallas y torres están hechas de este material y el desarrollo futuro depende de la financiación.
El acceso a los lugares se organiza a través de senderos peatonales para minimizar el impacto ambiental. Para mayor comodidad de los visitantes, se han habilitado aparcamientos en los pueblos de Contreras y Carazo, desde donde se puede llegar a pie a los principales puntos de interés. Entre ellos hay un sendero adicional que conecta ambos lugares.
Las autoridades locales señalan un aumento en el número de visitantes, aunque reconocen que las pequeñas localidades aún no pueden aprovechar plenamente este flujo debido a la limitada infraestructura. Sin embargo, la iniciativa iniciada por un pequeño grupo de entusiastas ya ha cambiado la imagen de la región y ha llamado la atención sobre sus características únicas.





