
En el Atlántico, cerca de la costa de Lisboa, se llevó a cabo una amplia operación contra el narcotráfico. Fuerzas de seguridad españolas y francesas unieron esfuerzos para interceptar una lancha rápida que transportaba más de dos toneladas de cocaína. La embarcación, equipada con tres potentes motores y de unos 12 metros de eslora, atrajo la atención de las autoridades tras sufrir problemas técnicos.
Según la investigación, la lancha acababa de descargar parte de la mercancía y esperaba la ayuda de cómplices para trasladar la droga a Galicia y continuar su distribución. Sin embargo, los planes se vieron frustrados por una fragata militar francesa, que abordó la embarcación tras realizar disparos de advertencia. Los intentos de la tripulación de deshacerse de la carga ilícita resultaron fallidos: toda la droga fue incautada y cuatro hombres, presuntamente originarios de Latinoamérica, fueron detenidos.
Durante la madrugada del domingo, al quedar claro que no lograrían huir, los tripulantes intentaron arrojar la cocaína al mar. No obstante, los agentes no solo lograron interceptar la embarcación, sino también recuperar toda la droga y llevarla a tierra firme. En el puerto de A Coruña ya se preparaba la recepción de los detenidos y de la sustancia incautada para su entrega a la justicia.
El propio barco, debido a los graves daños sufridos, no pudo ser remolcado; tras varios intentos fallidos, se hundió. La investigación está a cargo de la fiscalía especial antidroga de España y comenzó a partir de información recibida de sus colegas estadounidenses sobre un posible transporte de un gran cargamento de cocaína a través del Atlántico. Gracias a la actuación coordinada de la policía y las fuerzas armadas, se logró evitar la entrada de la droga en territorio español y detener a todos los implicados.






