Cuando el calor veraniego da paso a una agradable frescura, el sur de España revela una faceta diferente, alejada del turismo habitual. Lejos del bullicio de las grandes ciudades, en pleno corazón de los olivares, se esconden verdaderas joyas, como Priego de Córdoba. Este municipio, cuya historia se remonta a tiempos prehistóricos, ofrece a los viajeros mucho más que bellos paisajes: aquí es posible sumergirse por completo en la cultura y la historia, donde cada piedra respira siglos de legado.
Un corazón que late al ritmo del agua
No en vano Priego de Córdoba es conocido como la «Ciudad del Agua». La vida aquí siempre ha girado en torno a sus abundantes manantiales y fuentes, que han bendecido generosamente esta tierra. El agua no solo modeló el paisaje, sino también el carácter de la localidad, siendo la clave de su prosperidad en la Edad Media, cuando floreció la producción de seda. El rico legado de la época del Califato de Córdoba hoy se refleja en su espléndida arquitectura. Las calles del municipio conservan majestuosos edificios barrocos de los siglos XVII y XVIII, creando la atmósfera de un museo al aire libre.
La respuesta española a la Ciudad Eterna
El principal símbolo de este rincón andaluz es el monumental conjunto acuático Fuente del Rey. Esta grandiosa obra suele compararse con la famosa fuente de la capital italiana, y realmente puede competir con ella. La construcción de la fuente comenzó en el siglo XVI, aunque su aspecto actual lo adquirió en el siglo XIX, incorporando elementos tanto del barroco tardío como del neoclasicismo. El conjunto consta de tres estanques en cascada decorados con esculturas mitológicas. En el centro se alza Neptuno con su tridente, rodeado por 139 chorros de agua que brotan de mascarones. Entre vecinos y turistas se ha consolidado una creencia similar a la de la célebre fuente italiana: para que se cumpla un deseo, hay que lanzar una moneda al agua. Sin embargo, aquí el desafío es mayor, ya que para asegurar el éxito hay que acertar en una pequeña hornacina con la imagen de la Virgen María, convirtiendo el ritual en una verdadera prueba de puntería. Desde 1984, esta joya arquitectónica está catalogada como Bien de Interés Cultural.
Un paseo a través de los siglos
El encanto de Priego de Córdoba va mucho más allá de su imponente fuente monumental. Es imprescindible recorrer el barrio de la Villa, la parte más antigua del municipio, que aún conserva su trazado medieval de origen musulmán. Se trata de un laberinto de calles estrechas y serpenteantes, con casas encaladas cuyas paredes y balcones se llenan de flores. El paseo culmina en el mirador del Balcón del Adarve, que se asoma al precipicio y ofrece vistas impresionantes del valle. Muy cerca se encuentra otro monumento destacado: la Fuente de la Salud. Según la leyenda, fue aquí donde el rey Alfonso XI instaló su campamento antes del asalto final a Córdoba. Su conjunto arquitectónico, de estilo manierista, y el entorno pintoresco lo convierten en un lugar perfecto para descansar y reflexionar en tranquilidad.
