
La Audiencia Nacional de España ha decidido someter a un examen médico al ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol. La medida está relacionada con el inminente juicio por cargos de corrupción que comenzará el 24 de noviembre. Los jueces quieren determinar si el estado de salud del político, de 95 años, le permite participar en un proceso de larga duración.
Los abogados de Pujol presentaron al tribunal tres informes médicos detallando su estado físico y mental. Según los documentos, existe un posible deterioro de sus funciones cognitivas; sin embargo, el propio acusado no desea ser excluido del caso por motivos de demencia. A diferencia de su esposa, Marta Ferrusola, quien fue eximida anteriormente por razones de salud, Pujol insiste en testificar personalmente ante el tribunal.
La defensa está valorando alternativas para que el ex presidente pueda participar en el juicio. En particular, se debate la opción de que intervenga de manera remota mediante videoconferencia, evitando así el viaje a Madrid. El tribunal podría avalar este procedimiento si los médicos consideran que el desplazamiento y la estancia prolongada en la sala pueden afectar negativamente a su salud.
Un caso esperado durante años
El proceso contra Pujol y los miembros de su familia ha sido aplazado en repetidas ocasiones debido a numerosas peticiones y maniobras de la defensa para retrasar la causa, así como a la eliminación de documentos sensibles del expediente. Ahora, con la fecha del juicio fijada, la atención es máxima: se espera la participación de más de 250 testigos y el proceso podría extenderse hasta mediados de 2026.
La investigación sostiene que la familia Pujol utilizó durante décadas su influencia política para acumular una fortuna considerable vinculada a ingresos ilícitos. El propio Pujol ya reconoció en 2014 que sus familiares mantenían importantes sumas en Andorra, aunque asegura que ese dinero procede de una herencia paterna. La Fiscalía rechaza esta versión y sostiene que el origen del capital es ilícito.
Posibles repercusiones para el sistema judicial
Los resultados del examen médico podrían ser decisivos para el desarrollo del proceso. Si los médicos consideran que Pujol no está en condiciones de participar, el tribunal tendrá que buscar un equilibrio entre el derecho a la defensa y la necesidad de un juicio justo. Si se permite la celebración de audiencias telemáticas, esto podría sentar un precedente para otros casos con acusados de edad avanzada.
El caso Pujol sigue siendo uno de los más mediáticos de la historia reciente de España. Su desenlace podría influir no solo en el futuro del expresidente, sino también en la percepción de la lucha contra la corrupción en el país.






