
La mañana para Koldo García comenzó con una visita al Tribunal Supremo, adonde llegó con una voluminosa bolsa roja y negra. Los periodistas que lo esperaban en la entrada no dudaron en preguntarle por el contenido del equipaje, insinuando una posible entrada en prisión. Sin embargo, García, exasesor del exministro José Luis Ábalos, prefirió no dar detalles y respondió con un comentario irónico.
Casi cuatro horas después, abandonó el edificio del tribunal con la misma bolsa con la que había llegado. El juez Leopoldo Puente no encontró motivos para modificar las medidas cautelares, a pesar de que las acusaciones contra García siguen siendo bastante graves. En la resolución judicial se indica que, si bien la posibilidad de fuga no puede descartarse por completo, no alcanza el nivel que justificaría la prisión preventiva.
Esta es ya la cuarta comparecencia de García ante el juez Puente. En esta ocasión hizo uso de su derecho a no declarar y no respondió a ninguna de las preguntas, argumentando la falta de acceso a los dispositivos electrónicos incautados. Su abogada insistió en que, sin ese material, la defensa se encuentra en desigualdad de condiciones respecto a la acusación. Sin embargo, el tribunal no aceptó estos argumentos, ya que la investigación sigue analizando los dispositivos confiscados.
Durante la audiencia, el fiscal anticorrupción expresó su malestar porque García se comunica activamente con la prensa, pero guarda silencio en el juzgado. La abogada lo atribuyó a la presión emocional y al impacto público del caso, aunque el juez interrumpió rápidamente cualquier discusión ajena al fondo del proceso.
Medidas cautelares y nuevos detalles del caso
El juez llevó a cabo la llamada ‘vistilla’, un procedimiento para revisar las medidas restrictivas impuestas desde diciembre de 2024. García sigue obligado a entregar el pasaporte, no salir de España y presentarse regularmente ante el juzgado. La Fiscalía no solicitó endurecer estas medidas, pese a los nuevos elementos de la investigación que apuntan a su papel en operaciones financieras del exministro de Transportes.
La investigación sostiene que García y su esposa sufragaron gastos personales, viajes y regalos sin recibir compensación del ministro. El fiscal señaló que los nuevos datos refuerzan las sospechas, pero las actuales medidas son suficientes para evitar una fuga.
Tribunal: existe riesgo, pero no es crítico
La resolución judicial, de ocho páginas, subraya que aunque la probabilidad de fuga ha aumentado debido a la gravedad de una posible condena, no hay motivos para ordenar prisión provisional. El juez tuvo en cuenta que desde febrero de 2024 García ha cumplido las restricciones y siempre ha respondido a las citaciones tanto de la Audiencia Nacional como del Tribunal Supremo.
Tampoco se detectaron riesgos de reincidencia ni de destrucción de pruebas. No obstante, el juez advirtió que las pruebas contra García no solo se mantienen, sino que se han fortalecido tras las últimas actuaciones de la Guardia Civil. En el expediente constan sospechas de pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y, posiblemente, malversación de fondos públicos.





