
El día en que una tormenta devastadora azotó Valencia, el personal del centro regional de emergencias ya tenía preparado un texto para alertar masivamente a la población. Sin embargo, los vecinos recibieron la advertencia solo después de más de hora y media desde que se redactó el mensaje. Durante ese tiempo, la catástrofe se cobró la vida de cientos de personas y las consecuencias de la inundación se convirtieron en unas de las más trágicas en la historia de la región.
Según los documentos entregados al tribunal, el borrador de la notificación se preparó a las 18:37, pero el envío a los teléfonos móviles no comenzó hasta las 20:11. El texto sugería quedarse en casa y estar atentos a futuras instrucciones, pero no incluía la recomendación explícita de buscar refugio en zonas elevadas, lo que pudo haber salvado más vidas. La mayor preocupación se centraba en la presa de Forata en el río Magro, donde existía riesgo de colapso.
Investigación y nuevos detalles de la tragedia
El proceso judicial sobre la actuación de las autoridades durante el día de la catástrofe continúa. La investigación ha revelado que la mayoría de las víctimas mortales se encontraba en la zona del desbordamiento del barranco del Poyo, donde el agua llegó de forma repentina y veloz. Los informes subrayan que la alerta no solo llegó tarde, sino que además incluía recomendaciones poco precisas para salvar vidas.
En el marco de la investigación, también se analiza un video en el que la exjefa de la policía regional conversa con el presidente de la autonomía sobre la magnitud del desastre. En las imágenes se escucha a los funcionarios calificar la situación de “sin precedentes” y señalar que, incluso, los servicios de emergencia no logran acceder a algunas zonas. En ese momento, la conexión en el edificio se perdió, lo que agravó aún más el caos y dificultó la coordinación de la respuesta.
Dudas sobre la actuación de las autoridades
La sociedad y los familiares de las víctimas exigen explicaciones sobre por qué un aviso tan importante no se emitió de inmediato tras su elaboración. Los investigadores examinan cómo se tomaron las decisiones en los momentos críticos y por qué no se utilizaron todos los medios disponibles para alertar a la población. Las autoridades regionales subrayan que se enfrentaron a una catástrofe sin precedentes en intensidad y velocidad, aunque para muchos estos argumentos no resultan suficientemente convincentes.
La tragedia de Valencia ha llevado a revisar los protocolos de respuesta ante desastres naturales. Actualmente se debate la necesidad de ofrecer instrucciones más claras a la población y de agilizar los procedimientos de aviso urgente. Las conclusiones de la investigación podrían suponer cambios profundos en el sistema de alerta y en las responsabilidades de los cargos públicos.






