
Las autoridades de Madrid han decidido extender medidas sanitarias especiales a toda la ciudad después de que se detectara un pavo real infectado con gripe aviar en uno de los parques más emblemáticos de la capital, El Retiro. Este suceso ha motivado un endurecimiento en el control sobre la cría y convivencia de aves domésticas y silvestres, así como la introducción de nuevas restricciones que afectan tanto a los ganaderos como a la población en general.
El brote del virus H5N1 de alta patogenicidad en la región comenzó en septiembre, cuando se detectaron los primeros casos en gansos salvajes en el parque Andalucía de Alcobendas. Poco después, aparecieron casos similares en zonas del norte de la capital, y en octubre el virus fue hallado en una granja avícola de Valdemoro, donde enfermaron gallinas. En un mes, la infección se extendió a varios municipios: Móstoles, Alcorcón, Leganés, Fuenlabrada, así como a explotaciones privadas en Torrejón de Velasco y Ciempozuelos.
Aunque el riesgo de contagio de esta cepa para humanos es mínimo y tanto el pollo cocido como los huevos no representan peligro, entre las aves el virus se propaga rápidamente y causa una alta mortalidad. Por eso las autoridades han decidido no limitarse a medidas locales y establecer normas comunes para todo Madrid.
Qué está prohibido y qué medidas se han implementado
Según las nuevas normas, ahora está prohibido tener aves de corral al aire libre, así como criar patos y gansos junto con otras especies. El agua para abrevar las aves no puede tomarse de depósitos a los que puedan acceder aves silvestres. Para todas las explotaciones donde se crían gallinas, patos, gansos y otras aves, se establecen estrictos protocolos de desinfección y protección de depósitos de agua.
Se presta especial atención a prevenir el contacto entre aves domésticas y silvestres. Está prohibido utilizar patos, gansos, cisnes y otros representantes de los órdenes Anseriformes y Charadriiformes (por ejemplo, gaviotas y aguileñas) como señuelos para la caza. Además, en todo el territorio de la región, hasta finales de noviembre de 2025, no se podrán organizar exposiciones, ferias, eventos culturales ni otros actos multitudinarios con la participación de aves domésticas.
Impacto en la ciudad y los agricultores
La introducción de estas nuevas restricciones ya ha generado preocupación entre los propietarios de fincas particulares y los organizadores de eventos tradicionales. Muchos agricultores se ven obligados a revisar las condiciones de sus aves para cumplir con los nuevos requisitos. Los vecinos de la ciudad, acostumbrados a ver pavos reales y gansos paseando libremente por los parques, ahora pueden notar que hay menos aves: algunas han sido aisladas temporalmente para evitar una mayor propagación del virus.
Las autoridades subrayan que todas las medidas son de carácter temporal y serán revisadas a medida que se estabilice la situación epidemiológica. Por ahora, los protocolos sanitarios permanecerán vigentes hasta el 30 de noviembre de 2025, con el objetivo de minimizar al máximo los riesgos para la avicultura y el entorno urbano.





