
En la pequeña localidad de Casar de Escalona (provincia de Toledo) se produjo un tiroteo la mañana del domingo entre agentes del grupo especial GEO y presuntos miembros de una organización criminal. Los agentes acudieron para detener a los sospechosos, vinculados a la distribución de sustancias prohibidas. Sin embargo, la operación derivó rápidamente en un enfrentamiento armado en plena calle del municipio.
Cuando los policías intentaron interceptar a tres hombres, estos abrieron fuego con pistolas. La respuesta del GEO fue inmediata: en el intercambio de disparos, uno de los atacantes murió en el acto y los otros dos resultaron heridos de diversa gravedad. Según los primeros datos, los tres estarían ligados a una banda de origen dominicano, sospechosa desde hace tiempo de gestionar redes de venta de drogas.
Los vecinos fueron testigos de unos hechos que alteraron la tranquilidad habitual del municipio. Las calles quedaron marcadas por disparos y la zona fue acordonada por la policía. La operación forma parte de una campaña nacional contra el narcotráfico, que en las últimas semanas se ha intensificado en todo el país.
Este incidente es ya el segundo en poco tiempo en el que la detención de sospechosos de tráfico de drogas termina con graves consecuencias para ambas partes. Apenas un día antes, en otra región del país, un agente de policía resultó gravemente herido durante la vigilancia de una banda de narcotraficantes. En ambos casos, los delincuentes iban armados y no intentaron huir, sino que se enfrentaron abiertamente a las autoridades.
Actualmente, los heridos permanecen bajo vigilancia en el hospital, mientras que las autoridades continúan investigando todos los detalles de lo sucedido. Las autoridades destacan que la lucha contra el crimen organizado y el tráfico ilegal de drogas sigue siendo una de las prioridades para las fuerzas de seguridad en España.





