
En pleno corazón de la Andalucía montañosa, alejada de las bulliciosas rutas turísticas, se esconde una localidad cuyo nombre ha sido durante siglos sinónimo de sanación y tranquilidad. Se trata de Alhama de Granada, un lugar donde el tiempo parece ralentizarse y el aire está impregnado de los aromas de jardines en flor y antiguas leyendas. La ciudad se asienta de manera pintoresca al borde de un profundo desfiladero, y sus casas blancas parecen a punto de precipitarse al vacío, creando un paisaje que quita el aliento. Pero su mayor tesoro está oculto a la vista: son las fuentes termales, que otorgan salud y juventud desde hace milenios.
El principal atractivo aquí es el complejo balneario, una construcción única donde épocas y culturas se entrelazan. Sus cimientos fueron levantados por legionarios del Imperio Romano, quienes fueron los primeros en apreciar el poder de estas aguas. Más tarde, bajo el dominio de los califas, se construyeron elegantes baños abovedados, que han perdurado hasta nuestros días y recrean una atmósfera inigualable de placer oriental. Los visitantes pueden literalmente sumergirse en el pasado, bañándose en las mismas termas que la nobleza de hace siglos. El agua, que brota del subsuelo a unos 47 grados, está saturada de minerales y posee propiedades terapéuticas demostradas.
Un moderno centro de bienestar ofrece a sus huéspedes una amplia gama de servicios, combinando armoniosamente métodos tradicionales con tecnologías de vanguardia. Se puede elegir un programa de un día que incluye acceso al circuito de hidroterapia con jacuzzi y el famoso “Baño de la Reina”, así como un almuerzo en uno de los restaurantes locales que sirven platos de la cocina andaluza. Para quienes buscan una experiencia más exclusiva, los sábados por la noche se organizan sesiones nocturnas en la piscina al aire libre bajo el cielo estrellado, acompañadas de música suave y degustación de bebidas locales. Especialistas en hidrología supervisan el bienestar de los visitantes, ayudando a seleccionar un programa individualizado de tratamientos para lograr el máximo beneficio, ya sea para aliviar el estrés o tratar afecciones del aparato locomotor y respiratorio.
Sin embargo, Alhama de Granada no es solo un destino de bienestar. Un paseo por su centro histórico, declarado Patrimonio Nacional, se convierte en un auténtico viaje en el tiempo. Las casas blancas se aferran a las rocas como nidos de golondrina y las estrechas calles empedradas conducen a miradores con impresionantes vistas al cañón del Tajo. Aquí se pueden ver huellas del dominio de los Almohades y los Nazaríes, así como la majestuosa iglesia de la Virgen de la Encarnación, erigida por orden de los Reyes Católicos. Los alrededores de la ciudad están llenos de rutas de senderismo, como el “Camino de los Ángeles”, que permiten disfrutar plenamente de la belleza natural del lugar y descubrir cascadas ocultas y misteriosas cuevas envueltas en antiguas leyendas.
Viajar a este lugar es mucho más que unas simples vacaciones. Es una oportunidad para desacelerar, escucharse a uno mismo y recuperar la armonía entre el cuerpo y el alma. Aquí se combinan de manera sorprendente la poderosa energía de la naturaleza, el rico legado cultural y la fuerza sanadora de la tierra, haciendo de Alhama de Granada una auténtica joya del sur de España que merece sin duda ser descubierta.





