En las últimas décadas, los airbags se han convertido en una parte esencial de los automóviles modernos en España. Si en los años 90 su presencia era poco común, hoy en día prácticamente es imposible encontrar un coche nuevo sin este sistema de protección. En algunos modelos el número de airbags llega a diez, aunque también existen vehículos con solo uno para el conductor.
Sin embargo, entre los conductores españoles existen quienes prefieren prescindir de los airbags. Es importante comprender cómo se regula este tema a nivel legislativo y qué requisitos se exigen a los vehículos en el país.
Desde 2006, en los países de la Unión Europea rige una norma según la cual todos los automóviles nuevos que salen a la venta deben estar equipados al menos con un airbag — para el conductor. Este airbag se instala en el volante y es obligatorio para poder recibir la autorización de venta en el mercado. Sin él, el vehículo no puede ser certificado ni autorizado para circular.
La mayoría de los modelos actuales pasan por pruebas de choque obligatorias, donde se evalúa el nivel de seguridad, incluido el funcionamiento de los airbags. Al finalizar las pruebas, al vehículo se le asigna una calificación de seguridad que puede variar de una a cinco estrellas. Estas evaluaciones se tienen en cuenta al elegir un coche e influyen en la confianza de los compradores.
Cabe señalar que la exigencia de airbags obligatorios se aplica únicamente a los vehículos matriculados después de 2006. Los coches fabricados antes de esa fecha pueden venderse y utilizarse libremente sin necesidad de instalar un sistema de airbag adicional. Esto es especialmente relevante para el mercado de vehículos de segunda mano, donde aún se encuentran modelos sin modernas medidas de seguridad pasiva.
El funcionamiento del airbag se basa en la activación de sensores especiales que detectan una desaceleración brusca del vehículo durante una colisión. En ese momento, el sistema envía una señal que activa la carga pirotécnica, inflando la bolsa de aire al instante. Todo el proceso tarda apenas unos milisegundos y la velocidad de apertura puede alcanzar los 250 km/h.
Dependiendo del tipo de accidente —frontal, lateral, trasero o vuelco—, solo se activan los airbags necesarios para proteger a los ocupantes según la situación concreta. Esto ayuda a minimizar las lesiones y aumentar las posibilidades de supervivencia en accidentes graves.
A pesar de las ventajas evidentes, algunos conductores todavía dudan de la necesidad de los airbags. Sin embargo, las estadísticas de siniestralidad y los resultados de las pruebas demuestran que la presencia de este sistema reduce significativamente el riesgo de lesiones graves y muertes.
Al adquirir un coche nuevo en España, el conductor puede estar seguro de que el vehículo cuenta con todos los sistemas de seguridad pasiva necesarios. Al elegir un automóvil de segunda mano, es importante prestar atención al año de fabricación y al equipamiento para entender qué sistemas de protección incluye el fabricante.
De este modo, los airbags se han convertido en un estándar para los coches nuevos en España, y su ausencia solo se permite en modelos antiguos fabricados antes de 2006. La legislación regula este aspecto de forma precisa, garantizando un alto nivel de seguridad en las carreteras del país.
