La influencer madrileña María Pombo, que suma más de tres millones de seguidores en redes sociales, atraviesa un momento brillante tanto en su carrera como en su vida personal. Hace poco se instaló en su nuevo hogar junto a su marido, Pablo Castellanos, sus dos hijos, Martín y Vega, y su gato Plutón. Se trata de una casa completamente renovada de más de 600 metros cuadrados, situada en una de las zonas más exclusivas de la capital española. El proyecto de transformación de la antigua edificación en un moderno hogar familiar fue llevado a cabo por el estudio de arquitectura propiedad de su esposo. El resultado es una vivienda que refleja a la perfección el estilo de la familia: elegante, cálida y funcional.
La villa se ubica en una parcela de 1.300 metros cuadrados y su valor de mercado ronda los dos millones de euros. La distribución se organiza en dos plantas principales y un sótano. Los arquitectos de Grupo Acharray apostaron por un diseño contemporáneo con toques clásicos, dando prioridad a los materiales naturales en todos los espacios. El gran salón, amplio y lleno de luz, se ha convertido en el centro y corazón de la casa, donde la familia pasa la mayor parte del tiempo.
Al entrar en la casa, los invitados son recibidos por un hall que conduce a pasillos con una elegante iluminación oculta y muebles hechos a medida. La cocina, que ha despertado especial interés entre los seguidores de María, está equipada con una impresionante isla de mármol verde y los electrodomésticos más modernos, integrados en mobiliario blanco con molduras y detalles dorados. Junto a ella se encuentra el comedor, presidido por una gran mesa ovalada de mármol, a la que la propietaria llama una auténtica obra de arte. En el dormitorio principal predominan los tonos neutros y materiales naturales, mientras que el vestidor en tonos blanco y rosa empolvado se ha convertido en uno de los rincones favoritos de la influencer. Las habitaciones infantiles también han sido decoradas con gran atención: en la de Vega, las paredes están adornadas con papel pintado de elefantes, y en el baño principal destaca un lavabo de mármol en tonos terracota con grifería dorada.
Cabe destacar especialmente el salón, que refleja mejor que ningún otro espacio las preferencias estéticas de la pareja. Los tonos claros y cálidos amplían visualmente la estancia y crean una atmósfera de calma. Una gran alfombra y un sofá en tonos neutros refuerzan la búsqueda del confort. La moderna chimenea se convierte en el punto focal del ambiente, flanqueada por estanterías de madera que no solo aportan calidez, sino también mucho espacio de almacenamiento. Uno de los rincones más llamativos es el área de lectura con una butaca naranja, una propuesta cromática audaz que da personalidad al interior.
A pesar del enfoque minimalista, el interior no resulta frío. Esto se logró gracias al uso de materiales naturales, como la madera y textiles de calidad, combinados con piezas de diseño. En las estanterías, los libros conviven con elementos decorativos, creando el equilibrio perfecto entre estilo y funcionalidad. El resultado es un espacio versátil, ideal tanto para el descanso familiar como para recibir invitados. La distribución abierta integra el salón, el comedor y la cocina, brindando una sensación de unidad y armonía, donde cada zona mantiene su propia identidad.
