
Una de las mejores formas de conocer la cultura de un lugar es probar su gastronomía. En Mallorca, una isla con profundas tradiciones culinarias, el hotel Zafiro Palace Andratx invita a sus huéspedes a sumergirse en el mundo de los sabores locales mediante una propuesta gastronómica especial. Situado en la pintoresca zona de Camp de Mar, el hotel ofrece vistas panorámicas al mar Mediterráneo y a la sierra de Tramuntana, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO.
El nuevo servicio recibe el nombre de «Merienda Mallorquina». Se trata de un menú cuidadosamente seleccionado que permite descubrir la variedad y autenticidad de la cocina de la isla. La idea es acercar a los viajeros al patrimonio gastronómico de Baleares, utilizando productos locales sencillos pero de calidad y recetas tradicionales.
La experiencia culinaria comienza con entrantes, que incluyen aceitunas locales, aceite de oliva y embutidos típicos, entre los que destaca la famosa sobrasada (sobrasada). Todo ello acompañado de pan payés artesanal, tomates de ramallet, queso Mahón con denominación de origen protegida y jamón ibérico.
A continuación se presentan las populares empanadas saladas de la isla. El menú incluye cocarrois, pequeños pasteles rellenos de verduras, y empanadas mallorquinas, que reflejan la esencia de la cocina casera balear. La comida finaliza con una selección de los principales postres de la isla. Los huéspedes pueden degustar la ensaimada, considerada la reina de la repostería local, y el cremadillo, relleno de una suave crema pastelera.
La propuesta está disponible no solo en las zonas comunes del hotel, como las terrazas con vistas al mar, sino que también puede solicitarse directamente en la habitación. En este caso, la ‘Merienda mallorquina’ se entrega en una bonita cesta de mimbre, lo que permite disfrutarla en un ambiente privado: en la habitación, junto a la piscina privada o en el balcón, admirando el paisaje.
De este modo, Zafiro Palace Andratx no solo amplía su oferta gastronómica, que ya incluye cinco restaurantes y cuatro bares con cocinas de diferentes países, sino que también refuerza su vínculo con la cultura local. Esta iniciativa tiene como objetivo crear experiencias únicas para los huéspedes que desean conocer de cerca la auténtica Mallorca.





