En las montañas de Castellón, en la comarca del Alt Maestrat, se encuentra el pequeño municipio de Benassal, conocido desde hace varios siglos por su singular manantial mineral Font d’En Segures. Tanto vecinos como viajeros de distintos puntos de España y Europa acuden aquí para probar un agua a la que se atribuyen propiedades curativas especiales.
La fama de este manantial se remonta al siglo XVIII. Por aquel entonces, despertó el interés de un miembro de la nobleza francesa: el duque de Vendôme (Vendôme). Según la tradición, tras bañarse en estas aguas, experimentó una notable mejoría en sus problemas renales y ordenó la construcción de un camino hacia el manantial. Este episodio marcó el inicio de la reputación del agua como medicinal.
Desde entonces, el interés por el manantial no ha dejado de crecer. En 1928, el agua de la Font d’En Segures recibió oficialmente la calificación de mineral-medicinal y de utilidad pública. Esta distinción avala su alta calidad y seguridad para la salud. El agua se filtra de forma natural a través de las rocas montañosas, lo que le aporta un bajo contenido en sodio y una composición mineral equilibrada. Por ello, resulta apta para personas con necesidades especiales, como mujeres embarazadas, niños y quienes padecen hipertensión.
El manantial se encuentra a más de 900 metros sobre el nivel del mar, en una pintoresca zona montañosa donde las tradiciones balnearias se mantienen vivas hasta hoy. El agua de Benassal no solo se utiliza para consumo, sino que también ha sido el motor del desarrollo turístico local. Cada año turistas llegan para comprobar sus propiedades y disfrutar de la naturaleza de la región.
En los últimos años, el agua de Benassal ha recibido reconocimiento internacional. En 2025 fue galardonada con el máximo premio Grand Gold Quality Award de Monde Selection por su sabor y calidad. Esto confirma que el manantial sigue conservando hoy sus características únicas.
También se presta especial atención al método de envasado. La empresa que produce el agua es la única en la Comunidad Valenciana que utiliza exclusivamente botellas de vidrio. Esta elección refuerza el carácter premium del producto y responde a las exigencias actuales en cuanto a sostenibilidad y respeto al medio ambiente. Por ello, el agua de Benassal es apreciada tanto por los amantes de bebidas de calidad, como por quienes siguen un estilo de vida saludable.
Hoy en día, la Font d’En Segures sigue siendo no solo un símbolo de la historia local, sino también un ejemplo de cómo los recursos naturales pueden unir tradición, salud y estándares de calidad actuales. Benassal continúa atrayendo la atención tanto de turistas como de especialistas en medicina y gastronomía, y su agua es un elemento constante del patrimonio cultural y natural de la región.
