
En el puerto de Barcelona se ha registrado un rápido aumento de la biodiversidad tras la instalación de arrecifes artificiales. En un año, en esta zona han aparecido más de cien especies de animales y plantas marinas, un resultado sorprendentemente rápido según los especialistas.
Entre los nuevos habitantes se encuentran morenas, sargos, peces saltadores, agujas, doradas, pulpos, escorpiones de mar, rayas eléctricas, así como diferentes tipos de algas, poliquetos y anémonas. Los ecologistas destacan que una colonización tan activa de los arrecifes evidencia la gran capacidad de adaptación del entorno marino y la eficacia de las medidas adoptadas para la recuperación del ecosistema.
Hace 40 años, esta parte de la costa sufría una fuerte contaminación por aguas residuales y sedimentos limosos. Solo algunas especies de gusanos lograban sobrevivir aquí. La situación empezó a cambiar después de una amplia remodelación del puerto, durante la cual se eliminaron locales problemáticos, se restringió el tráfico de vehículos y se renovaron los espacios públicos, incluida la zona de restaurantes.
Como parte del proyecto ecológico, se instalaron 50 arrecifes artificiales en la zona portuaria, se colocaron estructuras metálicas para la colonización de moluscos y se trataron las piedras de los rompeolas para facilitar la fijación de organismos marinos. Apenas unos meses después del inicio del proyecto, los especialistas registraron la aparición de las primeras colonias de peces y plantas.
Los arrecifes están situados a una profundidad de entre ocho y diez metros y están conectados entre sí, lo que permite el libre desplazamiento de la fauna marina. Actualmente, las piedras y estructuras están cubiertas por densos bosques de plantas submarinas y el agua se ha vuelto notablemente más limpia. Los ecologistas señalan que la recuperación de la vida marina contribuye no solo a mejorar la calidad del agua, sino también a aumentar la absorción de dióxido de carbono en la zona costera.
En los próximos días, tres universidades comenzarán investigaciones integrales sobre el estado del agua, la composición de las especies marinas, los sedimentos del fondo y las características acústicas de la zona. Estos datos ayudarán a evaluar el impacto a largo plazo del proyecto en el ecosistema del mar Mediterráneo y a desarrollar nuevos métodos para proteger la costa de las consecuencias del cambio climático.
La dirección del puerto y las autoridades municipales consideran que la exitosa recuperación del entorno marino ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto del ayuntamiento, la comunidad científica y el sector empresarial. El proyecto ya es considerado un ejemplo para otras ciudades costeras de España, donde también se prevé la implementación de iniciativas similares.






