
En Barcelona se ha iniciado una investigación sobre un posible brote de tuberculosis entre los trabajadores que participan en la remodelación del emblemático estadio Camp Nou. Tras confirmarse la infección en uno de los miembros del equipo técnico, los expertos comenzaron a examinar su entorno más cercano. De las 23 personas con las que tuvo contacto, tres se encuentran actualmente bajo revisión adicional. Por el momento, los resultados finales de las pruebas aún no se han obtenido.
La tuberculosis es una enfermedad grave que suele afectar a los pulmones y se transmite por vía aérea. Los síntomas incluyen tos persistente, fiebre, cansancio y pérdida de peso. En este caso, el diagnóstico se realizó tras la aparición de signos típicos en uno de los trabajadores, lo que permitió iniciar rápidamente el tratamiento y el aislamiento.
Por ahora, no se puede hablar de un brote completo: para ello sería necesario confirmar al menos dos casos relacionados. Sin embargo, la vigilancia epidemiológica en el lugar se ha reforzado y se monitorea de cerca el estado de salud del resto del personal. Es importante destacar que, si se detecta a tiempo y se sigue estrictamente el tratamiento con antibióticos, la enfermedad es curable: aproximadamente el 85% de los pacientes se recuperan completamente en seis meses. No obstante, la duración de la terapia suele llevar a que muchos la abandonen, lo que puede provocar el desarrollo de cepas resistentes y la propagación continua de la infección.
Dificultades de control y factor migratorio
La situación se complica porque una parte significativa de los trabajadores de la obra son inmigrantes de diferentes países. Según las autoridades municipales, la mayoría de los nuevos casos de tuberculosis en Barcelona corresponden a extranjeros, especialmente de Perú, Marruecos y Pakistán. La diversidad del equipo dificulta la atención médica y requiere la participación de mediadores entre los pacientes y el sistema sanitario.
El año pasado ya se registró en la ciudad un gran brote de tuberculosis, cuando la falta de seguimiento en el tratamiento y una situación social difícil provocaron que uno de los enfermos contagiara a más de una veintena de personas. Para resolver el problema, fue necesario involucrar no solo a los servicios médicos, sino también a la policía y a los tribunales.
Conflictos laborales y condiciones de vivienda
Paralelamente a la investigación epidemiológica, en la obra del Camp Nou están surgiendo disputas laborales. Recientemente, alrededor de cincuenta trabajadores que se encontraban en el país sin documentación oficial fueron despedidos por las empresas contratistas. Representantes sindicales denuncian que las compañías pretenden enviar a estas personas de vuelta a sus países sin garantizar sus derechos. Las autoridades catalanas están investigando posibles violaciones de la legislación laboral, y los resultados de la inspección se harán públicos en las próximas semanas.
Desde el inicio de la remodelación del estadio, ya se han recibido diez denuncias sobre las condiciones laborales. Entre los problemas destacan el alojamiento de los trabajadores en hoteles fuera de Barcelona y los intentos masivos de empadronar a empleados extranjeros para acceder a servicios médicos. El ayuntamiento de Calella se negó a registrar a cerca de doscientos trabajadores de países no pertenecientes a la UE, ante el temor de sobrecargar el sistema sanitario local. La constructora asegura que el seguro médico cubre todos los gastos necesarios, pero considera fundamental garantizar el acceso a clínicas públicas en caso de emergencias.
Atención a la responsabilidad social
La directiva del club de fútbol insiste en que colabora con los contratistas para cumplir todas las normas y proteger los derechos de los empleados. Sin embargo, la oleada de escándalos en torno a las obras no cesa: desde incumplimientos en los horarios laborales hasta disputas por la legalidad de la contratación y residencia de trabajadores extranjeros. Las autoridades y organizaciones sociales siguen vigilando la evolución de la situación para evitar un deterioro tanto en la sanidad como en las condiciones laborales.






