
En el municipio de Huércal-Overa, en la provincia de Almería, la policía llevó a cabo una amplia operación que permitió desmantelar un importante centro logístico vinculado a una organización internacional especializada en el tráfico ilegal de vehículos. Esta red, con estrechos lazos con Francia, utilizaba la región española como punto de paso para exportar coches de lujo al extranjero.
En el marco de la operación denominada «Guajira», los agentes actuaron en colaboración con sus homólogos de Cataluña y la Agencia Tributaria. Gracias a una intervención minuciosamente planificada, se localizaron y recuperaron quince vehículos de alta gama, cuyo valor total supera los 300.000 euros. Para la provincia de Almería, esta ha sido la mayor operación de incautación de automóviles de los últimos años.
Durante las detenciones fueron arrestados tres hombres: uno de Malí y dos ciudadanos de Gambia. Se les acusa de pertenencia a organización criminal, robo de vehículos y contrabando. La investigación se inició tras detectarse un notable aumento de robos de una marca concreta de coches de alta gama, muy demandados en el mercado africano.
La investigación llevó a los agentes a una nave industrial en Huércal-Overa, donde los vehículos eran preparados para su envío. Los coches eran cuidadosamente camuflados y colocados en contenedores marítimos para ser posteriormente trasladados al puerto de Banjul, en Gambia. El 6 de agosto, la policía inspeccionó cuatro contenedores sospechosos en el puerto de Castellón, donde se encontraron los quince vehículos robados en distintas ciudades de Andalucía y Murcia.
Ese mismo día se registró el almacén, donde se halló no solo el equipo para la carga y sujeción de los vehículos, sino también teléfonos móviles y documentos que evidenciaban la estructura ramificada de la organización. Todos los detenidos fueron puestos a disposición del juzgado de primera instancia de Huércal-Overa, donde se les impusieron medidas cautelares. La operación asestó un golpe importante a la logística de la red criminal, aunque la investigación continúa: las autoridades españolas y extranjeras trabajan para desmantelar y erradicar la base principal de la red en Francia.






