
En España concluyó una importante operación policial contra un grupo delictivo que se dedicaba al transporte ilegal de migrantes desde Argelia. El tribunal ordenó el ingreso en prisión de 12 de los 14 detenidos, sospechosos de pertenecer a una red bien organizada que operaba en el sur del país.
Según la investigación, el grupo utilizaba 15 lanchas inflables de entre 7,5 y 8 metros de eslora, equipadas con potentes motores, para realizar los traslados. La compra y equipamiento de estas embarcaciones superó el millón de euros. Las principales detenciones tuvieron lugar en la provincia de Almería, donde la policía realizó ocho registros en viviendas, fincas agrícolas, almacenes y astilleros de las ciudades de Almería, Tabernas y Níjar. Otros sospechosos fueron arrestados en Murcia, Alicante y en el municipio de Espartinas (provincia de Sevilla).
En el marco de la operación, las fuerzas de seguridad incautaron 15 embarcaciones, dos cascos para barcos de 8 y 14 metros, tres motores adicionales de 300 caballos de fuerza, dos armas de fuego, 133 bidones de gasolina y más de 68.000 euros en efectivo. También se hallaron documentos financieros que evidencian un complejo esquema de financiación de la actividad criminal.
La investigación reveló que la organización tenía una estructura definida: contaba con patrocinadores, financieros, intermediarios, especialistas en logística y responsables de apoyo técnico. Para legalizar los ingresos y adquirir el material utilizaban empresas registradas en Francia y canales financieros clandestinos. Por el traslado de cada migrante, los miembros de la red cobraban hasta 7.000 euros.
La colaboración con astilleros y empresas especializadas en la fabricación de lanchas rápidas permitía al grupo renovar rápidamente su flota y asegurar travesías regulares entre Argelia y España. Según estimaciones policiales, estos cruces marítimos representaban una seria amenaza para la vida de los migrantes debido al exceso de pasajeros y las condiciones inseguras.
En la operación participaron agentes de Europol, así como autoridades de Francia e Italia. Además de los detenidos, otras ocho personas siguen bajo investigación por su presunta implicación en este esquema.
A los arrestados se les acusa de crear una organización criminal, blanqueo de dinero, facilitación de la migración ilegal, contrabando y tenencia ilícita de armas. La investigación continúa y no se descarta que la lista de sospechosos se amplíe.






