
En Madrid, el Tribunal Constitucional de España ha comenzado a examinar el recurso presentado por Carles Puigdemont, líder del partido Junts, respecto a la negativa de aplicar la ley de amnistía al cargo de malversación de fondos públicos. El debate se inició en la primera sesión del tribunal tras las vacaciones de verano.
Paralelamente, los jueces rechazaron la solicitud de levantar de inmediato la orden de detención emitida por el Tribunal Supremo. La defensa de Puigdemont argumentó la urgencia de esta medida para que el político pudiera entrar en España sin impedimentos, pero el tribunal consideró que no había motivos para acceder a ella sin debatir previamente con las demás partes del proceso.
En caso de que se deniegue la petición urgente, los abogados de Puigdemont propusieron que se valore la suspensión temporal de la orden como una medida cautelar habitual. Para ello, el tribunal deberá recabar la opinión de la fiscalía, los representantes del Estado y del partido Vox, que participaron en la causa penal contra los líderes catalanes.
Se prevé que el Tribunal Constitucional acepte examinar esta segunda opción y comience el procedimiento para recopilar las posturas de las partes. La decisión de fondo podría adoptarse en alguna de las próximas sesiones. Sin embargo, según fuentes del tribunal, la probabilidad de que esta petición prospere es mínima. Los jueces señalan que Puigdemont abandonó España voluntariamente hace casi ocho años y aún no ha regresado.
En su recurso, la defensa de Puigdemont impugna la posición del Tribunal Supremo, que se negó a aplicar la amnistía al caso de malversación, considerando que esto contradiría la voluntad del Parlamento. Según los abogados, la anulación de la orden de detención es necesaria para respetar los principios de la democracia parlamentaria consagrados en la Constitución del país.
La queja también sostiene que las actuaciones de los tribunales vulneraron el derecho de Puigdemont a la tutela judicial efectiva, ya que la amnistía, a juicio de la defensa, debería aplicarse también a los cargos por malversación. Además, se subraya que la orden vigente obstaculiza la actividad política de Puigdemont y le impide ejercer sus funciones de diputado en Cataluña en igualdad de condiciones con otros representantes electos.
La jueza ponente del caso es Laura Díez, representante del sector progresista del tribunal.
Paralelamente al caso de Puigdemont, el Tribunal Constitucional estudia recursos similares presentados por Oriol Junqueras y los exconsejeros del gobierno catalán Raül Romeva, Jordi Turull, Dolors Bassa, Lluís Puig y Toni Comín.
El tribunal planea dictar resolución sobre estos casos antes de fin de año o a principios de 2026. No obstante, los magistrados pretenden esperar el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre los recursos presentados contra la ley de amnistía por el Tribunal de Cuentas y la Audiencia Nacional. Se espera que dicha sentencia se publique en noviembre.
Si el tribunal europeo determina que la ley no vulnera los intereses financieros de la UE y se ajusta a los principios fundamentales del derecho europeo, y el Tribunal Constitucional de España apoya el recurso de Puigdemont, el Tribunal Supremo podría reconsiderar la retirada de la orden de detención en su contra.
Al mismo tiempo, no se descarta que la sala penal del Tribunal Supremo, que juzgó a los líderes catalanes, acuda a instancias europeas con una nueva consulta antes de tomar una decisión definitiva sobre el caso de Puigdemont.
Además, este mes el Tribunal Constitucional analizará la constitucionalidad de la ley de amnistía, cuestión planteada por el Tribunal Supremo. Se espera que el tribunal acepte parcialmente el recurso, considerando que la amnistía debe aplicarse no solo a los independentistas, sino también a sus opositores, siempre que se trate de delitos relacionados con los acontecimientos del proceso catalán. Anteriormente, el tribunal ya había señalado que la aplicación de la ley depende del sistema judicial y no vulnera el principio de separación de poderes.






