
En la capital de España, la escena política vuelve a estar en el centro de atención debido a las declaraciones contundentes emitidas por Vox. La líder del partido en la asamblea madrileña, Isabel Pérez Moniño, se ha convertido en símbolo de una retórica dura dirigida contra la inmigración y las políticas del actual gobierno regional. Durante el verano, participó activamente en campañas donde se abordaron sonados incidentes relacionados con extranjeros, generando un amplio debate en todo el país.
En sus recientes intervenciones, Pérez Moniño ha insistido en que las actuales medidas de control migratorio son insuficientes. Según ella, la permisividad de las autoridades está provocando un aumento del descontento entre los vecinos en algunos barrios de Madrid y en otras ciudades de España. Sostiene que muchos españoles están cansados de que, en su opinión, los problemas vinculados a la inmigración se solucionen a costa de los intereses de la población local.
La retórica de Vox pone especial énfasis en la situación de los menores migrantes que residen en centros especializados. Pérez Moniño ha planteado en diversas ocasiones la cuestión de lo que ocurre con estos jóvenes una vez alcanzan la mayoría de edad, y ha acusado a las autoridades regionales de carecer de una estrategia clara. Además, asocia el aumento de la criminalidad con el incremento de la población extranjera, a pesar de que los datos oficiales apuntan a una reducción de los delitos en la región.
En respuesta a las estadísticas que señalan una disminución en el número de delitos, una representante de Vox afirma que los informes oficiales no reflejan la realidad, ya que, según ella, los crímenes más graves, como las agresiones sexuales, han aumentado. Como ejemplo, menciona casos ocurridos en barrios de Madrid y enfatiza la necesidad de deportar a los ciudadanos extranjeros que hayan cometido delitos, para que cumplan condena en su país de origen.
En el enfrentamiento político con el Partido Popular (PP), Vox apuesta por acusaciones de falta de decisión y de intentar copiar su programa. Pérez Moñino asegura que el PP teme el crecimiento de la popularidad de Vox y no está preparado para cambios radicales. Destaca que su partido defiende la atención prioritaria a los españoles en el sistema de salud y en los servicios sociales, considerándolo una cuestión de justicia y no de discriminación.
En general, la campaña de Vox en Madrid se centra en la seguridad, la crítica a la política migratoria y las demandas de un mayor control. El enfrentamiento entre los dos partidos de derecha parece intensificarse, mientras que la migración y la integración siguen en el centro de la atención pública.






