
Al inicio de la nueva temporada política, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, anunció el lanzamiento de amplias medidas para hacer frente a las amenazas climáticas. Entre las principales iniciativas destacan la creación de una agencia estatal de protección civil y emergencias, así como la formación de una red nacional de refugios climáticos en ciudades y zonas rurales.
Estas acciones responden al aumento de fenómenos meteorológicos extremos, que según las autoridades son cada vez más frecuentes y destructivos debido al calentamiento global. La nueva agencia busca mejorar la coordinación entre los distintos niveles de gobierno y servicios en la gestión de las consecuencias de desastres naturales.
Paralelamente, el Gobierno pretende crear, en colaboración con los ayuntamientos, una red de refugios climáticos. Estos espacios estarán destinados a proteger a la población de temperaturas extremas y otros fenómenos climáticos peligrosos. Las autoridades destacan que estas medidas son necesarias para minimizar los riesgos para la salud y la vida de los ciudadanos.
Pedro Sánchez hizo un llamamiento a todas las fuerzas políticas para dejar de lado las disputas en torno a este asunto y unirse para elaborar una estrategia común. En los próximos días se prevé la celebración de consultas con representantes de los partidos, administraciones regionales y locales, la comunidad científica, sindicatos, organizaciones agrarias y ecologistas. El objetivo es lograr un amplio consenso social sobre las cuestiones de seguridad climática.
Esta semana, el Consejo de Ministros revisará un documento con las principales directrices de la nueva política. En el Parlamento se creará una subcomisión especial para debatir un posible acuerdo. El Gobierno considera que la oposición difícilmente podrá manifestarse abiertamente en contra de la creación de la Agencia de Protección Civil, aunque reconoce que la actual situación política complica la consecución de un consenso multipartidista.
El presidente del Gobierno señaló que en varias regiones del país se cometieron errores previos en la financiación de la prevención y el equipamiento de los servicios de bomberos. También advirtió sobre el peligro de ignorar los datos científicos sobre el cambio climático, subrayando que la demora podría provocar nuevas tragedias en los próximos años.
Según datos oficiales, en los últimos cinco años España ha sufrido pérdidas materiales por valor de 32.000 millones de euros a causa de fenómenos meteorológicos extremos. En ese mismo periodo, más de 20.000 personas fallecieron por causas relacionadas con el cambio climático, principalmente a consecuencia del calor. Estas cifras son comparables al gasto en educación y duplican el número de víctimas de accidentes de tráfico.
Las autoridades no planean limitarse a iniciativas internas y tienen previsto establecer colaboración con países vecinos, en particular Portugal y Francia, para combatir conjuntamente las consecuencias de las catástrofes climáticas. España también exigirá a la Unión Europea una acción más decidida en materia de política medioambiental.
Entre otras propuestas del gobierno se encuentran la creación de fondos permanentes para la recuperación tras desastres naturales, el fortalecimiento de los recursos técnicos y humanos de los servicios de emergencia, el desarrollo de bosques mixtos con especies resistentes, el apoyo a la ganadería tradicional y al uso eficiente del riego, así como medidas para prevenir inundaciones y sequías.
Los ministros destacan que este verano ha sido uno de los más duros de las últimas décadas: la superficie afectada por incendios alcanzó niveles récord y la ola de calor en agosto fue la más prolongada e intensa en medio siglo de registros. Las autoridades consideran que el país se enfrenta a una nueva realidad: una emergencia climática, e instan a unir esfuerzos para proteger el futuro de España.





