
En agosto de 2025, el fiscal de Madrid, Ignacio Stampa, se vio envuelto en una investigación de alto perfil relacionada con la exsocialista Leire Díez. Tras conocerse su encuentro personal, Díez intentó nuevamente contactar al fiscal enviándole un mensaje. Sin embargo, Stampa decidió no responder y de inmediato informó a su superiora para evitar cualquier sospecha de contactos informales con la implicada.
La investigación, dirigida por el juez Arturo Samarriego, comenzó esta semana. El foco está puesto en una posible trama cuyo objetivo sería desacreditar a la cúpula de la unidad anticorrupción y anular casos que afectan a políticos y empresarios. Según la versión de la Fiscalía, Díez podría no haber actuado sola, sino en colaboración con el empresario Javier Pérez-Dolset, quien también está implicado en otra causa por fraude.
Ya han declarado ante el tribunal varios testigos clave: dos fiscales y un agente de la Guardia Civil. Relataron intentos de presión y ofrecimientos provenientes de Díez y su entorno. Entre ellos, promesas de empleo, apoyo económico e incluso ayuda en litigios judiciales a cambio de información o de archivar investigaciones. Uno de los fiscales afirmó que le ofrecieron un puesto en el extranjero si aceptaba cerrar ciertos casos y proporcionar datos sobre su superior.
En el sumario constan conversaciones en mensajerías, actas notariales y grabaciones de audio de más de tres horas de duración que acreditan el contenido de las reuniones y negociaciones. Tras la publicación en los medios sobre el papel de Díez en los asuntos extraoficiales dentro del partido, Stampa cortó toda comunicación con ella y notificó a la dirección de la Fiscalía cada nuevo intento de contacto.
Vínculos políticos y nuevos detalles
Durante los interrogatorios, se reveló que Díez y Dolset hacían frecuentes referencias a altos cargos, asegurando que actuaban siguiendo directrices del partido. En concreto, mencionaron al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, e insistieron en la necesidad de “limpiar” el sistema judicial y policial. Sin embargo, hasta el momento no se han presentado pruebas directas de la implicación de la cúpula del partido en estos hechos.
Entre otros implicados figura el exdirector de la constructora Sacyr, Luis del Rivero, quien supuestamente organizó una de las reuniones en las que participaron Dolset y el exsecretario de organización del partido, Santos Cerdán. Este último, sin embargo, niega tener vínculos estrechos con Díez y asegura que no participó en dicho tipo de negociaciones.
La investigación continúa con más interrogatorios: en los próximos días se espera la declaración del abogado Serdán, de varios periodistas, así como de los propios Díez, Dolset y otro periodista sospechoso. El caso está ganando cada vez más repercusión pública, ya que implica no solo cuestiones de corrupción, sino también un posible impacto en procesos judiciales relacionados con políticos y grandes empresarios.






