
En febrero de 2025, comenzará en Badajoz un juicio que ya ha generado gran repercusión pública. En el banquillo de los acusados estará David Sánchez, hermano del actual presidente del Gobierno de España. Se le acusa de haber obtenido un puesto en la administración local incumpliendo los procedimientos establecidos y de utilizar contactos personales para avanzar profesionalmente.
Junto a él se sentarán en el tribunal el exresponsable provincial Miguel Ángel Gallardo y otras diez personas. La investigación sostiene que en 2017 se cometieron graves irregularidades durante la contratación en la administración provincial. En concreto, se creó y cubrió la plaza sin un proceso selectivo transparente y las condiciones laborales se adaptaron a las preferencias personales del nuevo empleado.
En el sumario figuran miles de correos electrónicos incautados durante la investigación. Según los investigadores, estos mensajes son la principal prueba de que el proceso de contratación estuvo lejos de seguir los procedimientos habituales. La defensa, por su parte, exige que estos materiales sean excluidos del caso, alegando que la forma en que fueron obtenidos vulnera los derechos de los acusados.
Las acusaciones incluyen abuso administrativo y uso indebido de la influencia en beneficio propio. La investigación sostiene que, tras su nombramiento, David Sánchez obtuvo condiciones laborales especiales para sí mismo y facilitó el empleo de un conocido suyo que previamente había trabajado en la residencia del primer ministro. La fiscalía exige penas de prisión efectivas para los acusados.
El proceso judicial promete convertirse en uno de los más comentados en España en 2025. La atención al caso se debe no solo al estatus del principal implicado, sino también a la implicación de altos funcionarios y a los temas relacionados con la transparencia en el funcionamiento de las instituciones públicas.






