
En el corazón de la región noreste de España, donde la tierra se eleva hacia el cielo, se esconde una de las construcciones más impresionantes de esta parte del país. No se trata solo de un edificio, sino de un complejo entero aferrado a un acantilado a más de 1200 metros de altura. Sus contornos, delineados nítidamente contra el cielo, crean la ilusión de que vuela sobre un abismo de piedra y niebla. Pocos viajeros sospechan que, detrás de su apacible apariencia, se oculta una crónica milenaria llena de guerras, búsquedas espirituales y renacimientos de las cenizas.
De ciudadela militar a refugio de ermitaños
Originalmente, en este lugar se encontraba la inexpugnable fortaleza de Sa Raganyada, que durante siglos sirvió como un estratégico puesto de observación. La primera mención escrita de ella data del siglo XI, cuando el conde de Besalú legó la ciudadela a su hijo. Con el tiempo, la construcción defensiva se transformó en un lugar de retiro espiritual. Ya en el siglo XIV, los ermitaños encontraban aquí refugio, y un siglo después se empezaron a celebrar misas dominicales de forma regular. Los siglos pasaron por este lugar, dejando cicatrices de incursiones, conflictos militares y tormentas devastadoras que poco a poco condujeron al complejo al deterioro. Su nueva vida comenzó solo en 1982, cuando la administración de la provincia de Barcelona impulsó una restauración a gran escala, devolviéndole el esplendor que hoy atrae a senderistas, peregrinos y amantes de la belleza.
Dormir bajo las estrellas y senderos hacia la eternidad
El complejo está literalmente integrado en el escarpado relieve, siguiendo las curvas del macizo de piedra. Desde sus miradores, en días despejados, se puede divisar hasta el famoso macizo dentado de Montserrat. En el interior de la iglesia románica, con planta de cruz latina, se conserva una pequeña estatua gótica de la Virgen María, popularmente conocida como «La Alada», vinculada a una de las tradiciones más originales de la zona. La sensación de flotar sobre el vacío y la acústica cristalina hacen de este lugar una visita imprescindible. Los senderos que lo rodean conducen a tesoros naturales como La Grevolosa, un hayedo con árboles centenarios, o la cascada Salt del Mir, cuyas aguas de 35 metros brillan entre los bosques de la comarca de Osona. Para quienes deseen quedarse más tiempo, el monasterio dispone de un alojamiento sencillo y funcional. Sus habitaciones ofrecen vistas directas a las sierras pirenaicas. Desde las más austeras, casi celdas, hasta un estudio panorámico con vistas a tres puntos cardinales, todas mantienen el espíritu sereno del lugar. Los precios van desde 65 euros por una habitación individual hasta 210 por un estudio, desayuno incluido. Además, el complejo convive en armonía con la naturaleza: cuenta con la certificación Biosphere y ha reducido un 85% sus emisiones de CO₂ gracias a la sustitución de la caldera por biomasa, realizado con apoyo de los fondos Next Generation de la UE.
El sabor de la región y el camino hacia la soledad
Las experiencias gastronómicas están garantizadas por el restaurante La Prodigiosa, donde se sirven platos de cocina mediterránea elaborados con productos ecológicos locales. En el menú destacan risotto, carnes a la parrilla, cocas al horno y una cuidada selección de quesos y embutidos de Osona. En verano, su terraza panorámica se convierte en uno de los mejores lugares de la zona para contemplar el atardecer. Entre los imprescindibles del establecimiento figuran las emblemáticas patatas Les Braves del Santuari, croquetas caseras de calçots, bacalao o jamón, así como hummus de garbanzo local. La forma más cómoda de llegar es desde el pueblo de Sant Pere de Torelló, caminando por el antiguo sendero GR-151 o por carretera. Otra opción es tomar el tren hasta Torelló o Sant Quirze de Besora (línea R3) y continuar a pie, en bicicleta o en taxi. Para quienes llegan en coche, hay un aparcamiento gratuito a pocos minutos a pie del edificio principal. Este rincón aislado, rodeado de acantilados y hayedos, sigue siendo uno de los secretos mejor conservados del noreste de la península ibérica.





