
En Cataluña, los educadores sociales trabajan en una gran variedad de instituciones, desde escuelas y hospitales hasta bibliotecas y residencias de ancianos. A pesar de la importancia de su labor, se sienten invisibles e infravalorados. Sus problemas solo se recuerdan cuando ocurren incidentes graves, como sucedió recientemente con el caso de pedofilia en el sistema de protección de menores.
El colectivo profesional señala que el sistema de organización laboral en este ámbito está muy fragmentado. La existencia de más de treinta convenios laborales diferentes genera desigualdad en las condiciones y salarios. La edad promedio de los trabajadores es de apenas 35 años, lo que revela una alta rotación y abandono temprano de la profesión. Uno de cada cinco educadores se ve obligado a buscar ingresos adicionales para llegar a fin de mes, y más de un tercio admite que no volvería a elegir esta especialidad por la falta de perspectivas.
La diferencia salarial entre las instituciones públicas y privadas alcanza casi el 29 por ciento. Sin embargo, el sector privado es el que genera la mayoría de los puestos de trabajo, pero ofrece menores salarios. Otro problema grave es la violencia y el acoso laboral. Uno de cada tres ha sufrido agresiones o acoso, y casi un tercio de los trabajadores ha requerido atención médica debido al estrés o a lesiones.
Los docentes también se quejan de que a la profesión suelen incorporarse personas sin la formación adecuada, y que el Estado no se apresura a resolver esta situación. El reciente recorte de 130 plazas en las escuelas públicas solo ha agravado el problema. Los constantes cambios de personal afectan especialmente a quienes más necesitan apoyo: se pierde la confianza y se dificulta el proceso de acompañamiento.
Aunque las autoridades han cambiado el nombre del organismo responsable de la protección de menores, los especialistas no perciben cambios reales. Según ellos, el sistema sigue sin centrarse en la prevención ni en el trabajo con las familias, por lo que los problemas no harán más que aumentar.






