
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática de España, Ángel Víctor Torres, expresó su total satisfacción con los resultados de la investigación realizada por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. La revisión no halló indicios de conductas ilícitas por parte de Torres en la firma de un importante contrato para el suministro de mascarillas durante el punto álgido de la pandemia en 2020. El acuerdo con la empresa Soluciones de Gestión, vinculada al empresario Víctor de Aldama, superó los 12 millones de euros.
Torres subrayó que durante dos años fue blanco de numerosos ataques y rumores que, según él, no han sido respaldados por la investigación. En particular, señaló que sus contactos con Aldama se limitaron a una breve reunión y un único mensaje por mensajería en el verano de 2020. En el intercambio, examinado por los investigadores, no se encontraron indicios de relación cercana ni acuerdos que pudieran influir en la operación.
En el informe de la UCO aparece un mensaje enviado por Aldama a Torres el 16 de julio de 2020, en el que el empresario le recuerda un reciente encuentro y le propone hablar sobre el suministro de test de antígenos. Sin embargo, tal como señala el ministro, ahí terminó el contacto: no hubo respuesta por parte de Torres y este no figuraba entre los contactos de Aldama. Según el ministro, todas las demás afirmaciones sobre supuestas relaciones estrechas entre ambos no se corresponden con la realidad.
Respuesta a las acusaciones y nuevas acciones judiciales
Torres tiene la intención de demandar a Aldama por intromisión en su vida privada y por difundir información falsa que, según él, ha causado un daño irreparable a su reputación. En concreto, se refiere a las declaraciones de Aldama sobre un supuesto alquiler de un piso en la calle Atocha de Madrid para la celebración de reuniones sospechosas con la participación de Torres, el exministro de Transportes José Luis Ábalos y otras personas. El ministro presentó billetes de avión y certificaciones de aerolíneas que demuestran su ausencia en la capital en las fechas señaladas.
Durante la investigación también se descubrió que las preocupaciones de algunos funcionarios del gobierno de Canarias sobre el coste de las mascarillas compradas no llegaron a conocimiento de Torres. El ministro explicó que en los primeros meses de la pandemia, las autoridades regionales afrontaban una grave escasez de equipos de protección individual y los precios en el mercado cambiaban constantemente. Según indicó, él se involucró en la gestión del asunto solo varios meses después de firmado el contrato, cuando surgieron dificultades con el pago de la mercancía suministrada.
Detalles del contrato y postura del tribunal
Según los términos del acuerdo, el Gobierno de Canarias pagaba una parte de la suma por adelantado y el resto tras recibir la mercancía. En un momento dado, se suspendió el pago de 7,5 millones de euros del total acordado, y fue precisamente este asunto el que se debatió entre Torres y otros implicados en el proceso. El ministro insiste en que sus acciones respondieron a la necesidad de cumplir las obligaciones contractuales con el proveedor, y no a intereses personales.
A diferencia de otros implicados en el caso, Torres no fue llevado a juicio. El Tribunal Supremo de España cerró la investigación sobre la adquisición de mascarillas, enviando a juicio a Ábalos, Aldama y Koldo García, pero no presentó cargos contra el ex presidente de Canarias. Según el ministro, todas las acusaciones en su contra resultaron infundadas.
Así, tras la publicación del informe de la UCO, Torres espera recuperar su reputación profesional y lograr que se exijan responsabilidades legales a quienes, según él, intentaron dañar su nombre.






