A primeras horas de la mañana, el crucero MSC Splendida llegó al puerto de Barcelona con 19 migrantes a bordo, rescatados la víspera en el mar Mediterráneo. El barco, que seguía una ruta turística, se vio obligado a modificar su trayecto después de que la tripulación recibiera una señal sobre una embarcación con personas a la deriva a 20 millas de Cabrera, al sur de las Islas Baleares.
Las condiciones meteorológicas ese día eran extremadamente adversas, el mar estaba agitado y la pequeña embarcación con migrantes se encontraba en una situación de alto riesgo. Entre los rescatados había familias con niños, y según los datos preliminares, todos ellos procedían de Argelia. Una vez a bordo del crucero, recibieron comida, ropa y la posibilidad de descansar en un entorno seguro.
Al llegar a Barcelona, los migrantes fueron recibidos por personal médico y representantes de la Cruz Roja. Algunos de ellos, que requerían atención adicional, fueron trasladados de inmediato al Hospital del Mar. El resto está pasando por los procedimientos necesarios relacionados con su estatus, bajo supervisión policial.
Este caso no es una excepción en la región. En los últimos meses, las Islas Baleares reciben regularmente embarcaciones con migrantes que intentan llegar a España por mar. Solo en lo que va de año, más de seis mil personas han llegado a las costas del archipiélago en cientos de pequeñas barcas. El pasado fin de semana, otras tres embarcaciones alcanzaron Formentera, y en solo un día, cuatro grupos de migrantes desembarcaron en las islas.
Los cruceros que navegan entre España y otros países del Mediterráneo participan cada vez más en operaciones de rescate. Hace un año, un incidente similar tuvo lugar frente a las costas de Sardegna, cuando otro crucero de MSC World Europa también rescató a un grupo de migrantes y los llevó a Barcelona. Estas situaciones evidencian lo impredecible que puede ser la travesía marítima para quienes buscan una vida mejor y la importancia de que las tripulaciones estén preparadas para actuar en emergencias.
Las autoridades señalan que el flujo de migrantes en la región no disminuye, a pesar del endurecimiento de los controles y las medidas de seguridad. Cada nuevo caso exige una rápida coordinación entre los servicios de rescate, la sanidad y la policía. Para muchos pasajeros del crucero, este episodio fue un recordatorio inesperado de los problemas reales que enfrentan quienes intentan llegar a Europa.
