
El gobierno de la Comunitat Valenciana ha experimentado cambios significativos: Francisco José Gan Pampols, hasta ahora vicepresidente encargado de la recuperación económica y social, anunció su dimisión. Su salida no solo era esperada, sino que también simboliza la situación política actual de la región, marcada por la creciente sensación de incertidumbre y un giro en el rumbo político.
Junto a Gan, también deja el gabinete su adjunto, el general Venancio Aguado. Ambos militares, incorporados al gobierno para coordinar la reconstrucción tras la devastadora catástrofe, se encontraron con la falta de competencias reales y apoyo. Su salida fue confirmada oficialmente en una reunión del gobierno en Alicante, donde el presidente en funciones, Carlos Mazón, firmó un decreto para redistribuir responsabilidades. A partir de ahora, la reconstrucción estará a cargo de Vicente Martínez Mus, hasta ahora responsable de medio ambiente e infraestructuras.
Gan Pampols no ocultó su decepción: durante varios meses trató de impulsar la creación de un organismo único de coordinación entre las autoridades regionales y centrales, pero sus iniciativas nunca llegaron a implementarse. A su juicio, la falta de colaboración entre Madrid y Valencia ha sido el principal obstáculo para una recuperación efectiva de las zonas afectadas. Como resultado, muchos proyectos han quedado solo en el papel y la burocracia ha retrasado el inicio de trabajos clave.
Fracaso en la coordinación y conflictos internos
Desde el primer día en el cargo, el general se encontró con que sus competencias estaban limitadas y prácticamente carecía de una estructura propia de subordinados. La mayoría de las decisiones se tomaban sin tener en cuenta sus propuestas, mientras que otros miembros del gobierno preferían actuar por su cuenta. Esto provocó que incluso las iniciativas más sensatas para recuperar infraestructuras y apoyar a los municipios quedaran sin respaldo.
Las divisiones internas se agravaron por disputas políticas constantes entre las autoridades regionales y el gobierno central. Los intentos de Gan de establecer un diálogo con representantes socialistas y crear grupos de trabajo para la reconstrucción no tuvieron éxito. Además, sus propuestas de reasignación de personal y agilización de trámites fueron bloqueadas en varios niveles.
Nuevos nombramientos y planes de futuro
Tras la salida de Gan y su equipo, las responsabilidades de la reconstrucción recayeron en Vicente Martínez Musa. El nuevo responsable ya ha anunciado su intención de abrir el diálogo con la oposición y centrarse en finalizar los principales proyectos de infraestructuras, especialmente el fortalecimiento de los canales de agua y la protección contra inundaciones.
A pesar de todas las dificultades, Gan dejó un plan estratégico de recuperación y propuestas para la gestión de futuras emergencias. Sin embargo, su ejecución ahora depende de la voluntad política y de la capacidad de la nueva dirección para superar obstáculos burocráticos. Desde el gobierno aseguran que ya se están implementando algunas iniciativas, pero los expertos dudan de su eficacia si no hay una colaboración real con Madrid.
Consecuencias para la región
La dimisión del general fue una señal de alarma para toda la Comunitat Valenciana. Puso en evidencia lo difícil que es llevar a cabo grandes proyectos sin apoyo ni coordinación entre diferentes niveles de gobierno. Ahora, la región tiene por delante una tarea compleja: no solo reconstruir lo perdido, sino crear un nuevo sistema de gestión capaz de responder con agilidad a los retos y de unir esfuerzos hacia un objetivo común.





