
El 8 de octubre de 2025, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, junto al ministro de Transportes y Movilidad, Óscar Puente, y el delegado del Gobierno, José Luis Quintana, llegaron a Cáceres. El objetivo principal de la visita fue supervisar las obras de ampliación de la autovía A-58, que conectará las ciudades de Trujillo, Cáceres y Badajoz en Extremadura.
Ese mismo día, Sánchez participó en la convención turística internacional Turespaña, que se celebra del 6 al 9 de octubre en el Palacio de Congresos de Cáceres. El evento reunió a representantes del sector turístico de todo el mundo, lo que pone de relieve la importancia de la región para el desarrollo del turismo.
Tras reunirse con los participantes del foro, el presidente del Gobierno se dirigió a la zona de obras de la nueva autovía. El proyecto prevé unir Trujillo con Cáceres mediante un nuevo tramo de casi 14 kilómetros, que se extiende entre Cáceres y el río Ayuela. Se han destinado 94,3 millones de euros para su realización. Se espera que las obras finalicen en aproximadamente 40 meses, aunque las empresas adjudicatarias confían en acelerar el proceso.
El plan de construcción incluye la edificación de 12 infraestructuras, entre ellas nueve pasos elevados y un paso subterráneo, además de un conjunto de actuaciones para el drenaje, la restitución de servicios afectados y la instalación de equipamientos adicionales. Entre estos figuran el tendido de cable de fibra óptica, la colocación de vallas y la creación de estaciones para el control del tráfico.
Desde el 1 de octubre, se han implementado restricciones temporales para el tráfico en la zona de conexión con la autovía A-66. La circulación en dirección a Salamanca está cerrada y los vehículos son desviados por un carril alternativo de doble sentido. Estas medidas, necesarias para garantizar la seguridad de los trabajadores, se mantendrán durante aproximadamente tres meses. Además, se han modificado las salidas hacia la carretera N-523: ahora se realizan a través del enlace en el kilómetro 551 de la A-66, y no en el 555 como antes.
La ejecución de este proyecto de infraestructura busca mejorar la accesibilidad del transporte en la región y generar nuevas oportunidades de crecimiento económico para Extremadura.





