Ранее сообщалось, что каталонские правоохранительные органы Mossos d’Esquadra расследуют семь обращений. Как пишет издание elperiodico.com, три новых жалобы полиция зарегистрировала в пятницу.
«Каталонская полиция сообщает, что из 17 жалоб на нападения 16 были совершены в отношении женщин, одна жалоба поступила от мужчины», — пишет издание.
При этом источники в правоохранительных органах отметили, что ни в одном из случаев укол не повлек за собой сексуального насилия или кражи.
Первый случай, согласно данным полиции, произошел 10 июля в популярном среди туристов и молодежи городе Льорет-де-Мар, в общей сложности 12 случаев произошли между этим городом и соседним Бланесом. Остальные пять случаев зарегистрированы в Барселоне.
Отмечается, что жертвы после укола начинают себя плохо чувствовать и приходят в полубессознательное состояние.
СМИ сообщали, что три девушки и юноша обратились в полицию в испанском автономном сообществе Наварра, заявив, что неизвестные укололи их шприцами во время празднования фестиваля Сан-Фермин в Памплоне. Состав вводимого вещества установить не удалось, хотя есть серьезные подозрения, что это жидкий экстази, который через несколько часов после введения уже невозможно обнаружить в крови. У пострадавших были взяты биологические образцы, но в анализах не было обнаружено никаких токсичных веществ.
Uno de los elementos de peso con el que se está investigando esta práctica es la descripción que hizo la víctima del atacante, además de estar recopilando grabaciones de las cámaras de los locales para hallar indicios. En ninguno de los casos, según explican fuentes de los Mossos, el pinchazo precedió un acto de agresión sexual o hurto.
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Todas las víctimas son jóvenes y las agresiones suceden en ambientes de fiesta, mientras que los pinchazos suelen ser en el brazo o el muslo, aunque también hay una víctima a la que se le inyectó ua sustancia indeterminada en la espalda. Según ha conocido este diario, el primer caso del que tienen constancia los Mossos es de la noche del 10 de julio en Lloret de Mar. Entre esta localidad y la vecina Blanes se concentran 12 de los 17 casos. Los cinco restantes han ocurrido en Barcelona.
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Por los casos conocidos hasta ahora todas las víctimas -excepto una- relatan aturdimiento, entre otros síntomas, y a diferentes intensidades. De casi todas ellas se ha extraído muestras que se están analizando sin que haya aun conclusiones. Tan solo de una de ellas se tienen los resultados y no se pudo encontrar nada por -apunta la policía catalana- el tiempo que pasó entre la inyección y el análisis. Por eso, insiten, es clave la rapidez de actuación en estos casos. Lo que sí tienen claro los investigadores es que esos pinchazos tienen efectos y que, por tanto, se entiende que se inyecta una sustancia que hasta ahora es desconocida.