
Durante el partido decisivo en la capital de Japón entre Carlos Alcaraz y su rival, ocurrió un incidente que atrajo la atención de aficionados y expertos. El deportista español se convirtió en tema de debate después de recibir una advertencia por retrasarse al prepararse para el servicio.
El juez de silla Fergus Murphy sancionó la infracción en el cuarto juego, cuando Alcaraz necesitaba recuperar el aliento tras un largo intercambio. En ese momento, el marcador era 40-30 y el español buscaba igualar el resultado. Sin embargo, el árbitro no hizo excepciones pese a la intensidad del punto anterior y emitió una advertencia oficial.
Tras el cambio de lado, cuando Alcaraz perdía 2-3, se dirigió al juez para cuestionar la justicia de esa decisión. El tenista mostró su desconcierto por el hecho de que, después de un largo intercambio, casi no le quedaba tiempo para prepararse para el siguiente saque ni para descansar. En opinión del jugador, esta situación coloca a los deportistas en desventaja.
Recientemente, la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) ha endurecido el control sobre el tiempo entre servicios. Ahora, la cuenta atrás la gestiona un sistema automatizado y no el juez, como ocurría antes. Esta innovación busca establecer estándares uniformes, pero ha generado controversia entre los participantes de los torneos.
Además, tras la pandemia de coronavirus, otros aspectos del reglamento también se han modificado. Los tenistas ya no pueden pedir a los alcanza pelotas que les acerquen las toallas. En su lugar, se han colocado cestas especiales a ambos lados de la pista, donde los jugadores depositan sus toallas y pueden usarlas por sí mismos. Después de jugadas largas, el trayecto hasta la cesta puede llevar un tiempo considerable, lo que también influye en la recuperación de los deportistas.
El caso de Alcaraz ha vuelto a generar debate sobre el equilibrio entre el estricto cumplimiento de las reglas y la necesidad de considerar la carga física de los jugadores. La discusión sobre la conveniencia de la automatización y las nuevas restricciones continúa tanto entre profesionales como entre aficionados.






